El pintor dominicano expone por primera vez en el Museo de Arte Moderno

“¿Cuánto vive el hombre, por fin? / ¿Vive mil días o uno solo? / ¿Una semana o varios siglos? / ¿Por cuánto tiempo muere el hombre?”. Los versos pertenecen a uno de los poemas cardinales de Estravagario (1957), de Pablo Neruda.

Samuel Priego -hijo de Harold Priego, nieto del escultor Joaquín Priego y nieto del pintor Enrique García Godoy- se ha hecho las mismas preguntas que el Premio Nobel chileno, quien al final del poema establece que: “Regresé a mi casa más viejo / después de recorrer el mundo. / No le pregunto a nadie nada. / Pero sé cada día menos”.

El poemario de un Neruda irónico (que incluye otros poemas como No tan alto, Oda a la vida, Oda a la poesía, Oda a los calcetines, No hay olvido, Caballero solo, Josie Blis, La calle destruida, etc.) de regreso a Chile tras su primer exilio, en los años 50, estuvo precedido por la publicación de Canto general (1950), Los versos del capitán (1952), Las uvas y el viento (1954) y Odas elementales (1954), en esa década.

Samuel, el Priego que continúa la tradición familiar, expone por primera vez en el Museo de Arte Moderno, y lo hace con “Extravagario” -así con con X-; toma como pie de amigo a Neruda y lo revive con una relectura no exenta de guiños a las vanguardias pictóricas de hace cien años: fauvismo, cubismo, surrealismo e hijos legítimos de estas como el pop art. Pero va más allá de Neruda, y pone el pellejo para, reinventándolo, reinventarse en un decir lo que ve y siente, lo que fabula y magnifica, en 34 obras de diferentes formatos.

Las obras combinan formas y colores de manera sugerente.

“El nombre de esta serie nace del interés humano de inventar cosas nuevas, cambiando a Estravagario por Extravagario, rescatando una obra poética adelantada a los tiempos y que coincide con el discurso pictórico de estas obras que al igual que el poemario describe sus propias vivencias con la sociedad, transformando la cotidianidad en un reflejo íntimo de las complejidades humanas”, dijo a elCaribe.

Según el joven artista dominicano, cuando se refiere “a cotidianidad lo digo específicamente sobre el comportamiento de las sociedades actuales en su diario vivir y cómo estas se relacionan entre sí, pero con un interés muy notable por las fabulaciones y por aquellas cosas intangibles de este plano existencial. y por eso nos atrevemos a decir que estas pinturas entrarían en un tipo de realismo mágico pero también en otras vertientes del arte como el fauvismo por la vivacidad de sus colores, el surrealismo, el arte pop y hasta el cubismo, lo que la convierte en una nueva y compleja creación”.

Afiche de la exposición de Samuel Priego.

“La exposición Extravagario rinde homenaje a Pablo Neruda que al igual que yo amó a los seres humanos con todas las complejidades que conlleva serlo, cuenta con 34 pinturas de diferentes tamaños y una irónica escultura que representa un monumento que no es un monumento, en cuanto a las pinturas que tienden a llamar tu atención por su colorido se perciben ciertos enigmas y contradicciones tanto en la manera de ubicar las figuras como en la combinación de la paleta cromática”, afirmó.

Así como Neruda dice en el poema arriba citado: “Preocupado por este asunto / me dediqué a aclarar las cosas”, Priego confiesa que siempre se ha interesado por el comportamiento humano observándolo desde su burbuja: “Y de esta forma poder entenderme a mí mismo. Me intriga por qué somos tan complejos y por qué hacemos las cosas que hacemos. Los misterios del amor, la soledad , el ocio, y la propia existencia tienen un papel muy importante en esta serie”.

“Su lenguaje es global -afirma-, porque lo universal aún lo desconozco y aunque me motiva conocerlo, esta serie nos documenta a nosotros en el día a día como ciudadanos de un mundo cambiante y motivado por las tecnologías, pero sin dejar de mostrar de dónde venimos. Hemos sido capaces de crear cosas increíbles, tanto buenas como malas, en un proceso contradictorio y evolutivo que no se detiene, así como esta serie que nunca termina y que posee una estética muy dirigida a la búsqueda de la perfección digital sin dejar de ocultar la belleza de nuestras imperfecciones humanas, tema que me motiva seguir indagando”.

O como diría Pablo Neruda: “No le pregunto a nadie nada. / Pero sé cada día menos”

Parte de la exposición del pintor dominicano.

Posted in A & E

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas