Vidas paralelas de las plantas y la especie humana

Hemos oído decir con frecuencia, sobre todo a los que se dedican a la jardinería, que las personas hablan y se comunican con las plantas.

Hemos oído decir con frecuencia, sobre todo a los que se dedican a la jardinería, que las personas hablan y se comunican con las plantas. Lo que sí es verdad es que hay un lenguaje biológico, subyacente en el plano molecular, en el que tenemos en común factores que compartimos todos los seres vivientes. En esta misma columna hemos escrito sobre la “Danza Cósmica”, ese lenguaje o cascada biológica en que aparecen partículas y moléculas en un intercambio perpetuo entre los reinos mineral, animal y vegetal, que permite que las células nazcan, crezcan, se reproduzcan y mueran.

Estas consideraciones nos llevan, cuando hablamos de longevidad, a observar y estudiar la edad de los animales y de las plantas.  Se sabe que la tortuga gigante puede durar hasta 170 años y más, y se calcula que el árbol de Matusalén, un pino longevo, duró más de 4,000 años.  Se le llamó así comparándolo con Matusalén, la persona más longeva, abuelo de Noé, que según el Antiguo Testamento, se dice que vivió 696 años.

Hay datos sobre otros árboles, como algunos pinos longevos de California, cuya edad se estima en 5,000 años, y en España existen olivos de más de 1,500 años.

David Sinclair, de la escuela de Harvard, ha dedicado gran parte de su vida al estudio de la longevidad.  Él considera que hay moléculas que regulan la expectativa de vida.  Esto ha dado pie a la investigación para tratar de averiguar cómo y por qué envejecemos.  El ADN humano tiene muchas similitudes con el ADN de los animales y de ciertas plantas cuyos genes pueden ser activados consumiendo las moléculas de estas plantas.

Las formas de vida en la Tierra surgieron sinergísticamente a través de billones de años, haciéndolas íntimamente interdependientes unas de otras para poder sobrevivir.  De ahí que, el código genético de los organismos inferiores está escrito en el mismo lenguaje biológico que determina la bioquímica del ser humano.  Los estudios científicos concluyen que las formas primitivas de vida pueden ser extrapoladas a los seres humanos a través de ADN.

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