“Antes que llegara la fe estábamos prisioneros, custodiados por la ley”. Gal. 3. 23

Nuestro cristianismo nunca será medido en función de nuestro apego a la ortodoxia. Las iglesias cristianas tienen sus normas, sin embargo ello nunca determinará la autenticidad de nuestra condición de cristianos. Jesús lo dijo: “No todo el que me dice Señor, Señor, entrará al reino de los cielos” (Mt. 7.21.); tampoco el que ocupa los primeros asientos en la iglesia, ni quien pasa los días con un Rosario en la mano o quien se ocupa de arreglar el templo para que esté impecable al momento del culto; ni siquiera hay garantía en el que predica la Palabra de Dios.

La autenticidad del cristianismo está en la vivencia de la fe, en lo oculto de nuestro corazón y en lo manifiesto de nuestras acciones.
[email protected]

Posted in Sin categoría

“Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”. Is. 55. 10, 11.

La palabra del Señor anuncia, sana, libera, decreta, da vida. “Di sólo una palabra y mi siervo sanará”, dijo el centurión a Jesús y así fue. Los cristianos lo declaran en cada oración: “¡Amén!”, “¡así sea!”.

Porque la Palabra de Dios es de acción… nunca regresa vacía. Cuando escribimos, alabamos, cuando llevamos a alguien su mensaje, cuando sembramos esa semilla de fe, algo queda en quien la recibe y la Palabra misma se engrandece y se multiplica en bendiciones.
[email protected]

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas