El tiempo no afecta centros tradicionales de diversión

El tiempo pasa, y con los años las cosas cambian, algunas para bien, otras simplemente desaparecen o evolucionan de manera negativa.

El tiempo pasa, y con los años las cosas cambian, algunas para bien, otras simplemente desaparecen o evolucionan de manera negativa. En el cambiante e impredecible negocio del entretenimiento, los mercados ven con celeridad cómo se inauguran centros de diversión, pero el pasar de los años, sea por crisis, coyunturas económicas o razones innumerables, va cerrando sus puertas sorpresiva e inesperadamente.

Pero están, para tranquilidad de los conservadores, nostálgicos y asiduos a lugares que prefieren ir donde suelen hacerlo, esos establecimientos que, como el vino, con los años son cada vez mejores. Uno de estos es el Jet Set, una discoteca que es una tradición en Santo Domingo, referencia obligada para aquellos que los lunes quieren disfrutar de una buena orquesta en vivo o música bailable en su punto durante el resto de la semana. Antonio Espaillat, su propietario, se prepara para celebrar en grande los 40 años de historia de su disco.

Otro centro de acogida de artistas de trayectoria que tuvieron sus mejores tiempos en los 70 y 80, es el Maunaloa Night Club, donde todavía desfilan por su modesto escenario esas figuras que atraen al público adulto que sigue fiel a este establecimiento.

En la franja de la George Washington también se ubican otros dos establecimientos que siguen operando.

El piano bar Las Palmas del hotel Santo Domingo y la terraza del Napolitano. En este último, una orquesta de planta toca merengue, salsa y bachata los hits del momento y el primero tiene varios ambientes.

Aniversario

“El próximo año celebraremos los 40 años del Jet Set con una cartelera que incluirá artistas nacionales e internacionales”.

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