Sonia: pagué por mis ancestro

Aer, cuando rayaba la  1:00 de la tarde, la lucha por la defensa de los inmigrantes haitianos y sus descendientes en República Dominicana quedó sin su más emblemática figura. Sonia Pierre falleció en una cama del ho

Aer, cuando rayaba la  1:00 de la tarde, la lucha por la defensa de los inmigrantes haitianos y sus descendientes en República Dominicana quedó sin su más emblemática figura. Sonia Pierre falleció en una cama del hospital del Seguro Social de Villa Altagracia, como consecuencia de un infarto fulminante. El doctor que la recibió en estado de gravedad, Mario José Castillo Rondón,  explicó que cuando  dejó de respirar llevaba un marcapasos, y tenía 50 años de edad.   La activista padecía complicaciones del corazón desde el 2006. En el 2007 se le practicó una cirugía cardíaca.

Su lucha
Desde los 13 años, cuando fue apresada por participar de una protesta de trabajadores de la caña en su tierra natal, Villa Altagracia,  el nombre Sonia Pierre (Solange Pierre) estuvo ligado a una constante lucha por la defensa de los derechos de los inmigrantes haitianos y sus descendientes en República Dominicana. 

Nacida en el batey Lechería,  del ingenio Catarey, en 1963, sus padres eran inmigrantes procedentes de la vecina República de Haití.

 
Por su activismo desde el Movimiento de la Mujer Dominico-Haitiana (MUDHA), Pierre generó reconocimientos y rencores. En el 2006, al recibir el premio de la fundación  Robert Kennedy, denunció ante el Congreso de Estados Unidos a las autoridades dominicanas por los constantes abusos que, según su organización,  cometían contra los niños y niñas de ascendencia haitiana. Aseguró que los infantes no podían recibir servicios de salud, educación ni asistencia social porque la Junta Central Electoral (JCE) se negaba a concederles  el acta de nacimiento.  

En el 2005, la mujer que estudió Trabajo Social en la Universidad de La Habana, Cuba, había conseguido que la Corte Interamericana de los Derechos Humanos respaldara la solicitud de acta de nacimiento levantada por MUDHA en representación de  dos niños procreados por inmigrantes indocumentados.

En respuesta a su trabajo en los bateyes y en los escenarios internacionales, en 2007 numerosas voces de la opinión pública nacional acusaron a Sonia Pierre de no ser dominicana, porque supuestamente su acta de nacimiento había sido falsificada.

La Cámara Administrativa de la JCE llegó a pedir,  mediante acción judicial,  que se le anulara el acta de nacimiento, porque la había declarado un ciudadano haitiano ilegal, y su madre era nativa de Haití.

 En ese entonces, llegó a decir: “Les ha sido preciso intentar probar que mis documentos de nacimiento son falsos. Es lo que están haciendo en estos momentos, para quitarme la nacionalidad y expulsarme del país”.

De ella y de su activismo, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo recientemente: “Esa señora no se ha caracterizado nunca por ser amiga de República Dominicana, nunca lo ha sido, eso no lo discute nadie en este país. Ella lo que tiene es que atenerse a las leyes dominicanas”.

En el 2009, durante el proceso de reforma de la Constitución de la República, Pierre aseguró que la figura del Jus Solis iba a ser erradicada de la Carta Magna para dejar en el limbo jurídico a miles de hijos de haitianos nacidos en el territorio nacional, “ignorando que la mayoría de los haitianos residentes  ingresaron al país por convenio de trabajo cañero con el Estado dominicano”.

En marzo del 2010, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en un acto encabezado por la primera dama Michelle Obama y la secretaria Hillary Clinton, reconoció su trayectoria y le entregó el Premio Internacional a las Mujeres con Coraje.

El enfrentamiento más reciente de Sonia Pierre y el Estado dominicano se produjo en septiembre, cuando MUDHA y otras organizaciones acusaron al país de no dar respuesta judicial a los casos de presunta desnaturalización de 417 descendientes de haitianos indocumentados nacidos en el territorio nacional.

Por el hecho, la  la secretaria de Estado estadounidense solicitó al gobierno dominicano un mejor trato para los inmigrantes.

 “Pero los dominicanos como yo siempre hemos pagado un precio por nuestros ancestros. Durante más de un siglo, el gobierno promovió una política de discriminación racial patrocinada por el Estado.

Hemos sido utilizados como chivos expiatorios para desviar la atención de los problemas económicos y políticos del

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