Seguir siendo

Una persona conocida, inicia un proceso terapéutico conmigo por una depresión, la cual le mantenía apartado de su entorno social y la única necesidad que tenía era la de permanecer acostado. Una vez evaluado, su problema radicaba en que había…

Una persona conocida, inicia un proceso terapéutico conmigo por una depresión, la cual le mantenía apartado de su entorno social y la única necesidad que tenía era la de permanecer acostado. Una vez evaluado, su problema radicaba en que había perdido su empresa a raíz de una serie de situaciones ocasionadas por un socio. Le pregunto qué es lo que más le afecta de todo y me dice que es que ha tenido que vender su carro para comprar uno más económico y cambiar de casa a un apartamento también de la misma condición.

Lo que ha traído esta condición emocional es el no aceptar un cambio en su estilo de vida y, de manera especial, el qué opinarán los demás sobre él al ya no estar en la misma posición económica que durante mucho tiempo había mantenido. Una de las cosas que los individuos no han entendido y que es fuente generadora de angustia es que no somos los bienes materiales que poseemos, o el estatus social que por determinadas oportunidades se haya adquirido, al contrario, lo sano es entender que esas son circunstancias, que no nos muevan a nosotros a creer que, cuando cambian, ya no somos nosotros.
Ser persona implica mucho más, tus valores, principios, esencia, y esto sí verdaderamente debemos mantener sin permitir que estas condiciones de la ruleta de la vida nos hagan perder.

En una prédica de la iglesia, el pastor ejemplificó en la pantalla con una rueda de bicicleta, que tenía una señal lumínica en el borde y se movía según la llevara dicha rueda. En un momento llegó a estar totalmente abajo, pero fue girando y volvió a estar en el punto máximo de altura. Exactamente para eso debemos estar preparados, entendiendo que la vida del ser humano no es estática, cambia, y por ende, nosotros necesitamos adaptarnos a esos cambios, vivirlos, asimilarlos, para poder entenderlos.

Que estés en el medio o al fondo no sea lo que te permita creer que es lo que te da valor, más bien que tú tienes un valor por ti mismo, como persona única, con ADN único y, por ende, donde vayas, ese eres tú. Así como el punto que brillaba en la rueda, no cambió ni su brillo ni su esencia, siguió brillando de la misma forma, sin importar su posición en el girar de la rueda.

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