Lo que nunca se había hecho

Los gobiernos del  Presidente Balaguer fueron solidarios con el Instituto Dominicano de Cardiología hasta 1990, cuando ordenó la construcción de la 2da. Planta; pero nunca lo visitó.

Los gobiernos del  Presidente Balaguer fueron solidarios con el Instituto Dominicano de Cardiología hasta 1990, cuando ordenó la construcción de la 2da. Planta; pero nunca lo visitó. Hoy, la gran demanda de pacientes y de servicios desborda la capacidad de asistencia y de internamiento. Nuestras solicitudes, pedidos y hasta súplicas a los organismos públicos se habían perdido en un vacío indiferente o indolente; pero siempre mantuvimos en alto la fe y el optimismo. A partir del año 2012 comenzaron a observarse señales alentadoras: en varias ocasiones recibimos la visita de doña Cándida de Medina, la Primera Dama, quien con calor humano y ternura trajo esperanza a los cientos de personas  que se benefician de los servicios que ofrece el Instituto Dominicano de Cardiología. Esas visitas fueron como una “avanzada” a la llegada del brazo solidario del Gobierno.

El martes 11 de marzo, 2014, sorpresivamente, pero sin aspavientos, ocurrió lo que nunca se había hecho, se presentó al Instituto Dominicano de Cardiología el Honorable Presidente de la República Dominicana, Lic. Danilo Medina, con el deliberado propósito de conocer las necesidades más apremiantes de nuestro hospital y extender la mano amiga de su Gobierno para remediarlas. Este gesto no es nada raro porque nuestro Presidente, en su gestión de gobierno, está realizando una brillante labor social, auxiliando  a los grupos más vulnerables de nuestra población. La gran cantidad de pacientes, de extracción humilde, que llenaba el hospital, se confundió en un abrazo con su Presidente. El Presidente ordenó al ministro de Obras Públicas, que le acompañaba, la construcción inmediata  de la 2da. y 3ra. plantas del hospital de Cardiología.

Gracias, Presidente Danilo Medina, por su contribución para lograr nuestro lema: “Cardiología para Todos”. Adelante con su obra social porque en definitiva, como decía el Dr. Rudolf Virchow:  médico y político alemán (1821-1902), propulsor de la política social:“La Medicina es una ciencia social y la Política no es más que Medicina en gran escala”.

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