Porque no solo con chow fan, se come chino

Gourmet. Paladares inquietos: ¡Acá! Es hora de que sus papilas gustativas se informen de que el “Barrio Chino”…

Gourmet. Paladares inquietos: ¡Acá! Es hora de que sus papilas gustativas se informen de que el “Barrio Chino” no fue construido sólo para comprar pastillas para adelgazar ni para armarse de cremitas “quita manchitas” y menos para “vitrinear”  las góndolas de los supermercados con nariz fruncida y ego de “ay no, yo compro en plaza cara”. Respétese, caramba. Y aspire a más. Ambicione, por ejemplo, dejar que su boca se vuelva cosmopolita y sin necesidad de rascarse mucho el bolsillo. ¿Dónde? Pues en los restaurantes chinos, de dueños chinos, del Barrio Chino y adaptados a los criollos. Una muestra de que la comida china no es sólo chow fan, chow suey o pollo agridulce. Por eso, y por pensar en los que visitan este lugar, pero no se animan a probar o en los que todavía no se lanzan a pisar el asfalto de sus calles, tomé el teléfono y llamé a Mike Genao, chef, y después de un ¡aló! Le solté la pregunta: ¿Cuáles restaurantes del Barrio Chino crees que pueden mover a un contingente de gente detrás de su sabor? Y de su respuesta, entendí que si por aquí “ te la ponen en China”, no es malo. Todo lo contrario, es…   delicioso.

Descifrando “dominicanamente” el plato chino

Porque la traducción literal finalmente  es un problema para el comensal. Hay que comprender de qué ingredientes consta el plato.

–          Tofu o Tou Fu: nada que ver con lo “criollamente” conocido como “tufo”. Se trata de Esto es un queso a base de soja, algo desabrido,  que posee mucho calcio y proteínas.

–          Lo mein: no es más que fideos de harina salteados con vegetales y trocitos de carne o marisco.

–          Siu Mai: escrito de varias formas, incluyendo Shaomai. Pareciera que le envían saludos a la madre de alguien en tercera persona. Eso es una especie de “domplin” con carne o camarón; y a veces huevo.

–          Mapo Tofu: nada de la galaxia. Es tofu en salsa picante, media aceitosa, roja, frecuentemente con carne picada que casi siempre es de cerdo. A veces, los cocineros se apiadan del hambre local y le echan cebolla, verdura y hongo; como para “rendir” el plato.

Restaurantes

Asadero chino:
Los expertos en costillas

El rey de las costillitas. No importa si lo único que tienen es sal y pimienta. Hacen magia con ellas.

No es que dizque: son líderes en costillitas. De hecho, tienen de ellas varias recetas; pero también son unos “duros” en pato asado y los wonton fritos, rellenos de carne de cerdo. Bastantes crujientes y sabrosos, más cuando se untan en salsa agridulce. Sí, los mejores de la cuadra. Ahora bien, igual de escandalosas son sus costillitas de cerdo a la BBQ al estilo chino. Por dichos platos en su menú, no se le hace difícil encontrar adeptos; pues el que aquí pisa, se arriesga a querer darle a los dientes “una segunda vuelta”. Se trata de un local rectangular, amplio, limpio, donde en la entrada se ven “enganchadas” toda su carne, y en donde la mayoría de sus mesas invitan a ir con un grupo de amigos, pues al ser giratorias posibilitan que todos prueben sin que nadie se “entoye” con ninguna salsa Nuestros paladares lo calificaron como “sabroso”. Ummm.

Vale la pena probar 

 Vas a encontrar: la cerveza china Tsingtao. Suave, clara; 3.3 de alcohol, no “abomba”. Apaga bien la sed y se parece en el sabor a otras locales. Precio: cuesta 95 pesos. 

Costillitas pekinés: sencillamente, sa-bro-sas. Precio: 170 pesos.

Sheng Yuan:

El más “gourmet”

El ideal para los que adoran inventar con su paladar. Especializado en mariscos, y se puede decir que es del área, que los prepara con más alto nivel.

Conocido como “los pandas”, por tener dos de estos osos dibujado en una de sus paredes; sin duda uno de los más auténticos, tanto por la comida, muy buena, como por la organización y limpieza del local. Sí, preparado para celebrar bodas chinas, pues tiene un segundo nivel. Prueben el pescado agridulce al estilo tailandés. Su salsa, algo picante, tiene hongos shiitake, tiritas de zanahorias y puerro. Precisamente, por ese picantito es ideal para acompañar con arroz blanco, y así la lengua se queja menos del ardor. No es caro en comparación con precios de otros restaurantes, pero tampoco es el más barato del área.

Vale la pena probar

 Vas a encontrar: el vino de arroz clásico Sho Chiku Bai Sake, la botella tiene 15% de alcohol. Se sirve caliente para aumentar el sabor. Precio: 450 pesos, la botella.

Pasteles en hoja chino: para paladares que todo lo intentan. De arroz, habichuela, auyama, hongos y cerdo. Precio: 110 pesos.

Delicia Campestre
El de las mesas más grandes

Aquí se sirve y no precisamente en platos. Será, según el plato.  Tienen una serie de entradas de la clásica cocina Cantonesa cocinadas en ollitas y canastitas.

Un nombre bastante criollo, pero su menú tiene más chino… Bueno, en realidad, es una mezcla entre platos de ambas naciones. Pese a que sirve costillas y pato asado,  su menú está más orientado a sopas, platos de pescados y diversos mariscos como pulpitos y las cazuelas. La probada: la cazuela mixta. Una ollita que se te hace sentir en la cocina de tu casa. Contiene un caldo hecho a base de pollo, hongos shiitake, cebolla, coliflor, cerdo, calamares, espinaca china y zanahoria. De buen sabor. Al servirlo en la mesa, humo y ¡zas! Para hacer juego con el nombre, a ponerse las botas y a fajarse a terminar el plato.

Vale la pena probar

 Vas a encontrar: té. ¿Lo mejor? Gratis, ¡eso! De hierbas chinas y otras especias. Eso sí, ni una pizca de azúcar.

Jagao: para paladares exóticos. Una masa blancuzca-transparente con relleno de langostino o camarón. Precio: 80 pesos.

Escocia

El más formal y criollo

Parece una pizzería, pero, esperen: ¡No lo es! Bueno sí, por delante, en su parte frontal. Al atravesarla, “charammm”: es un espacio restaurante. Sí, es que tiene dos partes; delante, comida típica y hasta sándwiches; detrás, chino. Bastante limpio, y se puede decir que formal. Su menú incluye  sopas, carne, mariscos, entre otras especialidades. Sus tallarines al estilo Singapur comparten en el plato con tiritas de zanahorias, puerro, cebolla verde, cerdo asado, pocos camarones, pero camarones. Y sí, en su sabor tienen buen sabor y quizás es al que más se le nota la influencia criolla.   

Vale la pena probar

 Vas a encontrar: la cerveza Zhu Jiang. Algo dulce, ni fuerte ni suave, con 5.3% de alcohol. Precio: 80 pesos.

Egg foo young: una especie de omelette con pollo, cebolla, repollo y apio. ¡Cuidado con los huesitos! Precio: 150 pesos.

Del chow fan al sushi

Porque cuando Dios dijo hágase el Barrio Chino, se hizo la comida ¿japonesa?

A ver, a ver… pregunta una amiga no-televidente, ¿cómo un dominicano de conocimientos culturales “normales” diferencia a simple vista  un chino de un japonés? Sencillo, mis queridos “watsones”: esperen a que coman. Si en el plato hay sushi, ¡ese es chino! ¿Qué no? Bueno, el sushi será de origen japonés, pero en el Barrio Chino, la inteligencia geográfica de Paulina Rubio—que publicó en su Twitter “Déjenla en paz,  todos los japoneses se parecen y China es muy grande», al querer defender a Alicia Machado cuando esta puso “las dos Chinas” en vez de “las dos Coreas”—puede que tenga algo de sentido. En el Barrio Chino también se encuentra sushi, y bueno, comida asiática en general.  En los circulillos de al lado, y en 70 palabras, te decimos dónde. Texto: Viena Divaluna

 Dragon House

Ubicado en la misma Duarte, #28. Tiene un menú chino influenciado por la gastronomía Schezuan,  un estilo de cocina originaria de una provincia china que es más picante que la cantonesa, otra región. Su pollo con semilla de cajuil es rico. Y ofreciendo el servicio es  más viejo que “el racá”. Está abierto antes de que se desatara la “sushimania”, al grado de que tiene varias sucursales.  ¿Más datos? Llámalos: 809.687.0230.

Mei Gui

En la Av. Duarte #17, pero de alto nivel. De los pocos restaurantes chinos que conocen el aparato “verifon” y aceptan tarjetas. Tienen sushi; no obstante, van más allá: ofrecen otros platos asiáticos como los de Tailandia, Indonesia, Corea, Vietnam, etc. Su “Chivo al Thai” es para encontrar la Gloria mediante el paladar. Hacen maravillas con los vegetales, y el ambiente en sumamente agradable. No te detengas, márcales: 809.221.7186

Feliz cumple “a lo chino”

Porque no sólo de pastelerías caras viven los amantes de los bizcochos. La repostería Corona los tiene de los colores más “extraños”. Ofrecen “rarezas” como pan al vapor ó pancitos con sabor a carne a precios súper asequibles. 

Lo que faltó

Lo sabemos. Las galletas chinas de la suerte fueron creadas en el Barrio Chino de Los Ángeles, por tanto, son más “yanquis” que Britney Spears. Aún así, en casi todos los restaurantes de los barrios chinos del mundo la dan gratis. Aquí, no. Lagrimitas. 

 

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