La construcción de envasadoras de gas licuado de petróleo (GLP) a escasos metros de escuelas y zonas residenciales mantiene enfrentados a varios sectores.Durante esta semana, la comunidad de Los Ciruelitos en Santiago ha marchado en dos ocasiones encendiendo velas, en señal de luto contra la instalación de una envasadora de GLP.
Mientras en la avenida Bartolomé Colón, en el centro de la ciudad, iniciaron los trabajos para instalar una planta, a escasa distancia del liceo Ulises Francisco Espaillat.
El terreno utilizado, es el mismo de donde fueron desalojados gran parte de las familias que durante 30 años ocuparon la cañada del Hoyo de Julia.
También se ha otorgado un permiso para levantar otra planta cercana al residencial Las Damas, al este de la ciudad, a pesar del rechazo por parte de la junta de vecinos. La misma situación enfrentan los residentes de Ortega en Moca, quienes se oponen a que el exdiputado Juan de León, el mismo que levanta una planta en Los Ciruelitos materialice sus planes.
La oposición a otorgar los permisos, mantiene enfrentados al director de Medio Ambiente en la provincia Espaillat, Tony Rojas, y al exdiputado De León.
Recientemente, Rojas sometió a la justicia a l6 personas por supuestamente desobedecer la orden de paralizar la construcción de dicha planta de GLP, mientras De León asegura que cuenta con todos los permisos legales.
