El Oscar no solo viene acompañado con el prestigio que concede el hombrecito dorado, también reporta ingresos, en la mayoría de los casos, lucrativos y enriquecedores. No en vano los estudios cinematográficos de Hollywood se lanzan a la caza del voto de los académicos para salir airosos en esta contienda.
Así, en el caso de las películas que logran su pase a las quinielas de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood, engrosan sus arcas. En aquellos países que como el nuestro, muchas de esas producciones se estrenan al filo de la fecha de entrega o con semanas y meses de retraso, a poco menos de un mes de la última edición de estos galardones, se pueden disfrutar en cartelera producciones de primer orden: políticas, bélicas, comedias, dramas, biopics… en fin, un poco de todo para todos los gustos.
Argo, la gran sorpresa de la recién finalizada temporada de premios, fue de las primeras que se estrenó en el país y con su prolongado paso triunfal por casi todas estas ceremonias, se reestrenó con bastante éxito, reportando cifras adicionales para los cines. El drama sobre la operación en que la CIA extrae a seis diplomáticos de la embajada canadiense del convulsivo Irán de l os 80, significó un triunfo que acredita –y reivindica– el talento de un Ben Affleck dispuesto a seguir sumando detrás de las cámaras.
Poco después se estrenó el biopic de Steven Spielberg, Lincoln, la película más nominada, pero que dejó a su venerado realizador sin la estatuilla que finalmente se llevó a casa Ang Lee por su fantástica recreación de la Vida de Pi, una cinta enriquecedora, entretenida y gratificante.
La película de Lee pasó casi por debajo de la mesa, y aunque no se conocen los números que generó su exhibición, por lo menos en términos mediáticos prácticamente pasó desapercibida. Poco después del Oscar, que se entregó el pasado domingo 24 de abril, siguieron llegando esas producciones que lograron sus nominaciones. Hace poco, aterrizó en las salas la divertida comedia romántica El lado bueno de las cosas (traducción indistinta de Silver Linings Playbook) que le dio a la favorita Jennifer Lawrence su primer Oscar, y a Robert de Niro y Bradley Cooper postulaciones como Mejor actor secundario y Mejor actor, respectivamente, a cada uno de ellos.
El filme de David O. Russell, que también estuvo nominado como Mejor director, brota ingenio, dramatismo y al mismo tiempo recrea situaciones muy divertidas, convirtiéndola en una de las películas que sorprendió a muchos por su estupenda realización. Todavía sigue en cartel, y es una de las opciones que se puede aprovechar en estos días.
Para fanáticos, cinéfilos de cuero duro y gustos excéntricos, aunque eso no signifique que prefieran lo insulso o irremediable en términos artísticos, muy discretamente, se estrenó Django desencadenado (Django Unchained, título original), del imperdible e ingenioso Quentin Tarantino que volvió a apostar al no menos talentoso Christoph Waltz, quien con su interpretación en este drama sobre la esclavitud, volvió a llevarse el Oscar.
Todas estas películas representan el cine de mejor factura que se produce en Hollywood. No se lo pierda.
Temporada
Todavía se siguen estrenando las películas que estaban nominadas al Oscar, buena noticia para los amantes del mejor cine
