La fiebre por conseguir ámbar en el municipio El Valle, provincia Hato Mayor, ha cautivado hasta los más pequeños, que interesados en los beneficios económicos, se han dedicado al trabajo en las minas, el cual se ha convertido en la única fuente de empleo con que cuentan los valleros.
No cabe dudas que el municipio El Valle guarda un inmenso tesoro de ámbar de diferentes colores y que en los últimos meses se ha podido ver un cambio en la economía de sus munícipes, lo que ha provocado que gran parte de la población se dedique a estas labores, incluyendo niños que han dejado los estudios para dedicare a la búsqueda de la resina
La queja fue dada a conocer por Nidia Ventura, profesora de la escuela El Cabao, ubicada en el kilómetro 28 de la carretera que conduce desde Hato Mayor a El Valle, mientras que algunos comunitarios responsabilizaron a los padres de permitir y apoyar la deserción de los estudiantes para dedicarse a la búsqueda de ámbar.
En tal sentido, el fiscal Manuel Emilio Santana y el coronel de la Policía Nacional Lozada Montás, se reunieron con los obreros que trabajan en la búsqueda del vegetal fosilizado y acordaron no permitir menores de edad en las minas.
El acuerdo entre las autoridades, padres, maestros y mineros fue acogido con beneplácito por los munícipes, quienes expresaron que a pesar de la situación económica que los afecta, la mayor riqueza son los estudios de sus hijos.
Entre las zonas donde más abunda el ámbar se encuentran los parajes de Trepada Alta, Yanigua, Arroyón, El Brinco y Loma del 4, lugares donde las minas son rentadas y explotadas por sus propietarios, allegados y terceros.
