La mala gestión de cobro que aplica la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) queda evidenciada en el flujo inexistente de personas a las estafetas de pago de la entidad que administra la distribuición de agua.
Las tuberías que conectan las redes hídricas con los barrios marginados de la zona Norte de la Capital y las filas de los centros de pago de factura de la CAASD tienen algo en común: ambas están vacías.
Reporteros de El Caribe permanecieron más de una hora en el establecimiento de pago de la calle Euclides Morillo, sin que nadie se presentara a cumplir con su factura. Una guardia similar se llevó a cabo en la estafeta de la avenida Roberto Pastoriza y en otra que no se mencionará, donde fue obtenido el mismo resultado.
Un usuario que pidió no ser identificado dijo que el fenómeno se reproduce en cada uno de los 13 centros de saldo de factura instalados en el “Gran Santo Domingo”, donde laboran 260 personas en total.
En adición a los centros formales, datos de la CAASD reconocen 600 puntos expresos en farmacias y bancos, entre otros lugares. Aunque hay un sitio de pago por 2.25 kms cuadrados, el director de la CAASD, Freddy Pérez, tuvo que admitir que no más de 39 mil hogares pagan el agua que utilizan, y los demás 504 mil hogares acceden al recurso de manera gratuita.
Mientras, los que cumplen con su factura reciben el castigo de un recargo de un 5% en caso de retraso, al tiempo que cientos de miles de evasores no son presionados para que abonen sus cuotas.
“Siendo nosotros en este condominio de los pocos que pagamos el agua, no es justo que nos recarguen ningún porcentaje. Deberían perseguir a los que no cumplen”, declaró una usuaria del sector de Naco.
