Hace quince días visité los municipios de Pedro Santana y Juan Santiago, en la provincia Elías Piña, en plena zona fronteriza. Estuve en esas comunidades como parte de un operativo de seguimiento al proceso de cedulación de la Junta Central Electoral. La JCE se ha propuesto instalar en cada rincón del país estas oficinas para facilitar que todos los dominicanos, en capacidad de recibir el documento, lo obtengan antes del mes de diciembre del 2015. Para eso realiza una labor titánica llevando sus modernos equipos a todos los municipios del territorio nacional. Precisamente la labor que realizaba junto a otros compañeros de trabajo procuraba conseguir locales adecuados en Pedro Santana y Juan Santiago, para estas máquinas súper modernas, protegiéndolas del calor, la humedad y sobre todo para garantizar su seguridad. En esos afanes comprobé lo que ya había leído y visto en otras ocasiones. Juan Santiago y Pedro Santana forman un “uan-tu” como los municipios más pobres de la República Dominicana.
Según el Atlas de la Pobreza 2010, publicado recientemente por el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo, en Juan Santiago el 92% de sus hogares viven en pobreza general y un 61.0 en pobreza extrema.
En ese municipio hay 1,016 hogares, de los cuales, 940 están en pobreza general y 620 en pobreza extrema, es decir, en las mayores de las carencias. El Índice de Calidad de Vida (ICV) es de apenas 45.1, cuando en la capital y la provincia Santo Domingo alcanza 87.6 y 82.4, respectivamente.
En el caso de Pedro Santana, un 83.2% de los hogares vive en pobreza general, y un 55.5 % de pobreza extrema. En ese orden de pobreza le siguen los municipios de Hondo Valle, también de Elías Piña; Polo en Barahona y Postrer Río en la provincia Independencia.
Estos son récords muy negativos para nuestra región Sur. Hasta esos lugares han llegado los equipos para la entrega de cédulas por parte de la JCE, poniendo así su granito de arena en este esfuerzo por superar dificultades generadas por este flagelo. Falta el concierto de las instituciones públicas y privadas para cambiar esos números de pobreza en estas valiosas comunidades.
