Cuando el cuerpo revela la causa de la muerte

Detrás de una muerte violenta, y en ocasiones de aparente causa natural, las autopsias arrojan luz sobre cómo realmente sucedió el deceso, independientemente de los testimonios. Y así como muchos familiares se desesperan por el tiempo que tarda…

Detrás de una muerte violenta, y en ocasiones de aparente causa natural, las autopsias arrojan luz sobre cómo realmente sucedió el deceso, independientemente de los testimonios. Y así como muchos familiares se desesperan por el tiempo que tarda este procedimiento, ya que desean velar a su pariente fallecido, hay casos de cadáveres que jamás son reclamados.

Mediante la autopsia, los médicos forenses tienen la virtud de recibir y obtener información de la persona fallecida, tomando en cuenta aspectos específicos relativos con la condición del cuerpo, marcas, heridas, contenido estomacal y análisis de la sangre, entre otros aspectos de carácter científico.

La autopsia es una prueba científica que demuestra las causas, circunstancias, el momento y la forma médicolegal en que se produjo el deceso. En República Dominicana está establecido por mandato legal realizar estos estudios cuando sospechan de manos criminales u otros casos particulares.

¿Cuál es la función de un examen de este tipo si desde ya se sabe, por ejemplo, que un hombre murió a puñaladas? El director del Instituto Nacional de Patología Forense, Santos Jiménez Páez, explica que esos resultados pueden validar o no la información otorgada por un testigo.

Por consiguiente, el estudio es importante en el proceso judicial y a la hora de decidir una condena. Una autopsia “demuestra las verdades que no salen a relucir por el victimario”, de acuerdo con el especialista.

La Ley 136-80 sobre Autopsia Judicial explica que serán sometidos a una autopsia los casos de homicidios, muertes violentas, repentinas o inesperadas, producto de un aborto o un parto prematuro, si se trata de un reo, suicida o un fallecimiento “en otra especie, que sea procedente a juicio del procurador fiscal o quien haga a sus veces durante la instrucción del proceso”.

Desde el levantamiento del cadáver

Una vez ocurre una muerte en la que se amerita una autopsia, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) es contactado por el Departamento de Homicidios de la Policía Nacional para acudir, en compañía de un fiscal adjunto, a hacer el levantamiento del cadáver.

“La primera llamada se hace a la Policía Nacional, en el Departamento de Homicidios, no porque se trate de un homicidio, sino porque ellos son los que nos comunican dónde ha ocurrido un hecho…  En estos casos, lo primero es llamar a la Policía Nacional”, explica Ana Falette Mercedes, subdirectora general de Medicina Forense del Inacif.

Esa entidad tiene la facultad de trasladarse al lugar donde está el cadáver, hacer el levantamiento y posteriormente llevarlo al hospital regional de la localidad para realizarle una autopsia. Esta última parte recae bajo la responsabilidad de Patología Forense, explica su director Jiménez Páez, si la muerte ocurre en el Gran Santo Domingo, donde tiene jurisdicción esa institución. En otros casos puede recibir cuerpos de extranjeros o desde Monte Plata.

Cuando no son reclamados

Jiménez Páez detalla que Patología Forense recibe un promedio de cuatro a cinco cadáveres diariamente. Por lo general son debidamente identificados y entregados a sus familiares para las ceremonias fúnebres. Sin embargo, otros cuerpos no llegan a ser requeridos.

El especialista explicó que actualmente, Patología Forense tiene 24 cuerpos sin ser reclamados u identificados y cree que algunos están allí “desde el año pasado”. El único método que tiene esa entidad para agilizar la identificación es a través del Departamento de Desaparecidos de la Policía. Cada semana o 15 días, explicó Jiménez Páez, se entrega a esa unidad de la uniformada una lista de esos cuerpos, con fotografías y el número de autopsia.

Cuando ya se ven obligados a enterrarlos, solicitan a las autoridades del cementerio, por medio de una comunicación, un nicho en un lugar accesible, para que los familiares, si aparecen, puedan dirigirse a la morada final de su pariente y exhumarlo.

Para enterrar a los desconocidos “tenemos un compás de espera de no menos de cuatro semanas, que dependerá de la disponibilidad del espacio y estado de descomposición del cadáver, aunque a veces duran meses aquí”, manifestó. “Te digo que creo que tenemos cuerpos desde el año pasado”, acotó.

Con los indigentes hay más difucultad para su identificación, porque desde vivos ya fueron olvidados. La mayoría de las cadáveres (no solicitados), posiblemente en un 70 por ciento, son indigentes, apuntó el patólogo forense.

El tiempo

Cada muerte tiene sus particularidades. Por ello, depende de las circunstancias del fallecimiento el tiempo que durará el cadáver en manos de las autoridades. Los especialistas aseguran que el promedio para realizar una autopsia es de dos a cuatro horas. Sin embargo, la entrega puede tardar mucho más tiempo.

El procedimiento inicia con la llamada a la Policía y desde ahí falta levantar el cadáver, trasladarlo al lugar donde realizarán la autopsia, esperar a que se lleve a cabo este examen y, por último, entregar el cuerpo a los familiares. Para ello, los parientes de la persona fallecida necesitan llevar un ataúd y un vehículo adecuado para el traslado del cuerpo, ya sea un carro fúnebre o una ambulancia.

Dónde se realizan los estudios

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) tiene alrededor de 40 médicos legistas forenses en todo el país, encargados de realizar las autopsias, manifestó Ana Falette Mercedes. Además del hospital Doctor Marcelino Vélez Santana, en Santo Domingo, están los centros médicos regionales José María Cabral y Báez, en Santiago; el Taiwán, en Azua; hospital regional Doctor Antonio Musa, en San Pedro de Macorís, y el San Vicente de Paul, en San Francisco de Macorís.

Es en el cementerio Cristo Redentor donde el Instituto tiene la única unidad que recibe los cuerpos descompuestos del país. Próximamente habrá un segundo local en Santiago, reveló Falette a elCaribe.

Las gestiones para sepultar cuerpos descompuestos no identificados y dejados abandonados se realizan a través de la administración del cementerio correspondiente, que es a su vez dependencia de los ayuntamientos municipales donde operan.

Creo que tenemos cuerpos aquí desde el año pasado, que aún no han sido reclamados por sus familiares”.
Santos Jiménez Páez
Director de Patología forense.

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