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¿Tampoco conocías a Xavier Dolan? Este es otro cineasta cuyas opciones narrativas muestran un mando innato de cómo contar una historia totalmente ficcional y expresarla conceptualmente de una manera tan inusitada y desconcertante como solo los…

¿Tampoco conocías a Xavier Dolan? Este es otro cineasta cuyas opciones narrativas muestran un mando innato de cómo contar una historia totalmente ficcional y expresarla conceptualmente de una manera tan inusitada y desconcertante como solo los genios del cine saben hacerlo. Es difícil encontrar cualquier semejanza con clichés del cine empadronado para las masas. Hasta ahora, a nadie se le había ocurrido tener la audacia de usar un formato tipo 1:1 con los fines narrativos con que lo usa en este filme que, al inicio, nos desconcierta y llegada ya una hora uno de los personajes hace la pantomima de ampliar el formato para que momentos después vuelva al inicio y posteriormente darnos la misma fórmula, con lo que rehúye a una simple manifestación estética a partir de técnicas cinéticas. Y es en ese preciso instante que uno cambia como público y se mete en la historia de cabeza hasta el final, porque ya sabemos que ese cuadro expresa el estado espiritual y a la vez social de los personajes. Es muy moderno y se asocia mucho al formato de la popular red social Instagram. A esa estructura a partir de los elementos del lenguaje cinematográfico es lo que se llama narrativa cinematográfica. Los elementos del lenguaje están ahí a la vista de todos, pero solo unos cuantos logran componer auténticas narrativas.

El guión desafía las circunstancias de cara sin mirar hacia nada que no sea preciso. Va directo al grano y nunca se diluye en visiones de subtramas.
Construye un espejismo futurista de un entorno socio-cultural tipo distópico para elaborar un ensayo cinematográfico a partir de una madre y su hijo más otra mujer que añade complejidad a la historia de insociabilidad de esa colectividad.

Con esos tres personajes y en apenas 3 locaciones, una de ellas con el 80% del tiempo. Pero lo que más entusiasma en todo esto es la singularidad gestual de cada personaje, cómo habla, cómo se mueve, ríe, llora, insulta, ama, se contrae o se expande. Personajes construidos para ser actuados como individuos segregados por la sociedad. La yuxtaposición visual del cuadro intenta absorber el entorno imitando la condición proteica como contraste en lo expresivo: dirección de arte, vestuario, maquillajes, colores, penumbras, ángulos y encuadres. Sin esa opción narrativa y estética fuera otro filme sobre problemas familiares.

HHHHH Guión y dirección: Xavier Dolan. Duración: 1 39 minutos.

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