Más sobre el manejo de la apnea del sueño

Las situaciones médicas difíciles han llevado, históricamente, a soluciones dramáticas y originales. Desesperado por hacer…

Las situaciones médicas difíciles han llevado, históricamente, a soluciones dramáticas y originales. Desesperado por hacer algo por los pacientes con apnea del sueño que requerían traqueotomía con urgencia, y que ellos se negaban a aceptar, el Dr. Colín Sullivan, neumólogo australiano, en 1981, desarrolló el concepto que hoy se aplica al CPAP: insuflar aire por la nariz para mantener la garganta abierta.

Su primera máquina, muy rudimentaria, fue el vaccum cleaner (aspiradora) de su casa: conectó la manguera a la salida del aire, con presión positiva, y luego conectó el otro extremo de la manguera a una mascarilla a ser colocada en la nariz del paciente de manera que la presión positiva evitara el colapso del tubo respiratorio.

En 1981, en el mismo año en que se introdujo el CPAP, se desarrolló un procedimiento quirúrgico para aliviar el ronquido y el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño: cortar los tejidos redundantes de la parte posterior de la garganta, incluyendo la úvula (campanilla), las amígdalas y partes del paladar blando.

El nombre del procedimiento es un trabalenguas: UVULOPALATOFARINGOPLASTIA (UPPP). Esta técnica se ha ido perfeccionando con el uso de las ondas de radio frecuencia que puede realizarse en un menor tiempo, sin sangramiento, con menos dolor, pocas molestias pos operatorias y una cicatriz pequeña; por eso se prefiere en vez del laser. Sin embargo, este procedimiento no siempre es exitoso.

En los pacientes que roncan por alguna anomalía maxilofacial o nasal y en los niños con hipertrofia de las amígdalas y de las adenoides el tratamiento es esencialmente quirúrgico.

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