Ser madre en estos tiempos, aun teniendo al lado al padre de los hijos es complicado. Pero más difícil es cuando se es madre y soltera, un estatus cada vez más común en la sociedad actual, y que al parecer va en aumento.
Muchos pensarán que el mantener un hogar por sí sola y darle una educación serían los retos más fuertes que una madre soltera tendría que superar, pero según la psicóloga Olga María Renville, el mayor reto lo presenta en poder satisfacer las necesidades de afecto, la estabilidad emocional.
“El esfuerzo económico que una madre soltera requiere realizar en nuestros tiempos, en ocasiones puede crear dificultades al momento de inculcar valores, en una sociedad donde la aceptación de los antivalores es cada vez mayor”, comenta Renville.
Una realidad que “golpea” a la mayoría de las parejas separadas, es que los hombres cuando se separan de su pareja tiendan a distanciarse también de sus hijos, lo que hace que la madre tenga que hacer la función de padre. Para la experta en la conducta humana, considera que desde el punto de vista psicológico la madre no puede ser “padre” también.
Con relación a esto explica que existe una figura paterna, que aunque esté ausente físicamente, emocionalmente tendrá un espacio en la psiquis del infante. Este vacío, podría llenarse con la figura masculina de un pariente cercano, ya sea un abuelo, hermano o un tío. “La madre en estos casos no debe incurrir en hablar mal a sus hijos sobre el padre, ya que ellos mismos obtendrán sus conclusiones al respecto. La madre debe ocuparse más en realizar un buen papel de madre, a través de la disciplina y el amor”, recomienda.
«No vuelvo a mirar a otro hombre»
Por no poner en riesgo a sus hijos o su estabilidad emocional, algunas madres solteras deciden no volver a tener otra pareja, una decisión que para Renville dependerá de las circunstancia de la mujer y experiencias pasadas.
No obstante, considera que es recomendable que la mujer logre rehacer su vida al lado de otro hombre, pero consciente de que debe ser mucho más cuidadosa al momento de elegir a la nueva pareja y tomarse tiempo para conocerlo e integrarlo a la familia.
Agrega, que “en muchos casos el padrastro puede realizar un excelente rol paternal, sin la intención de desplazar la imagen original del padre”. Continúa leyendo en www.elcaribe.com.do