Los 7 magníficos

Hollywood, es decir, el más grande productor y mercado del cine, recurre una vez más a refilmar películas como ésta a partir de otra homónima, que a su vez fue copiada de un clásico de Kurosawa. La trama es la repetida de los más débiles enfrentan

Hollywood, es decir, el más grande productor y mercado del cine, recurre una vez más a refilmar películas como ésta a partir de otra homónima, que a su vez fue copiada de un clásico de Kurosawa. La trama es la repetida de los más débiles enfrentando a los más fuertes en nombre de la justicia. Las tres mantienen una dinámica de escenas de conflictos de personajes con defectos y virtudes que se acoplan. A diferencia de las antiguas, éste tiene un subtexto medianamente político más explícito: los 7 magníficos, integrados por minorías, son: un negro –el jefe-, un indio, un mexicano, un chino, un irlandés, entre otros, contratados como pistoleros para combatir a una empresa minera que remata a un pueblecito asentado en tierras con un subsuelo colmado de oro. En ese sentido, es un símil al momento actual que viven muchos países sometidos al saqueo de sus recursos (como en el caso dominicano con las grandes corporaciones mineras extranjeras atrás de grandiosos yacimientos de oro; con la diferencia de que el pueblo dominicano carece de defensores leales a su interés y no tiene esperanzas inmediatas ni con balas ni con leyes). Ambientado en el siglo 19, el filme tiene bastante buenos valores de producción y de creatividad que justifican todo el espectáculo de violencia vengativa y de luchas por dinero y defensa de propiedades tan exactamente cómo se vive hoy en las sociedades capitalistas, aunque el filme en sí no puede ser tomado como históricamente correcto. Eso sí, funciona como una expresión o retrato de lo que es la acumulación primitiva más bárbara anterior al asentamiento definitivo del capitalismo. El guión es bien estructurado en su narrativa y en la composición de los personajes, principalmente porque permite instantes en los que cada uno de los “magníficos” puede explicitar sus modos particulares -con excelentes diálogos- tales como hastío de ser mercenarios, o las propias debilidades e incertidumbres. Muy expresivo de estos siete antihéroes es la sonrisa antes del enfrentamiento aludiendo a un goce nihilista de cara al ataque. Es bueno destacar la elegancia del filme y su obvio alejamiento del montaje tipo videoclip o videogame tan en boga en el cine comercial de acción. El arquetipo del villano de la película es puntual e icónico. Buen uso de la profundidad de campo y en el extra-campo. 

HHHHDirección: Western. Género: Acción. Duración: 132 minutos.

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