Servio Tulio Castaños : “Todos los días le pido a Dios que me permita vivir ese día con dignidad”

Servio Tulio Castaños Guzmán es nieto, hijo y padre de abogados. Es el sexto hijo del matrimonio formado por Nervina Guzmán viuda Castaños y el prominente jurista Julio César Castaños Espaillat, (fallecido).De su padre, quien…

Servio Tulio Castaños Guzmán es nieto, hijo y padre de abogados.
Es el sexto hijo del matrimonio formado por Nervina Guzmán viuda Castaños y el prominente jurista Julio César Castaños Espaillat, (fallecido).

De su padre, quien murió hace más de 29 años, afirma que es la figura más emblemática y que más influyó, de manera positiva, en su vida.

Por eso, visiblemente emocionado, al recordar los días junto a su progenitor confiesa, que casi tres décadas después de su partida, “aún no concluyo el inventario de todo lo que me dejó”.

Se declara abogado de los pies a la cabeza y asegura que el Derecho es una profesión poderosa, por lo que entiende que aquel que la ejerce debe estar consciente de ese poder y debe, además de contar con una solidad formación, poseer un alto sentido de los principios y de la moral.

Para Servio Tulio, formar parte de la Fundación Institucionalidad y Justicia, desde su fundación hace 26 años, representa una gran satisfacción.
En la casa, como esposo y padre, su mayor aspiración es lograr, “que mis hijos me quieran y tengan el concepto de mí que yo tengo de mis padres”.

1. Hijo de educadores y abogados
Nací en Ciudad Nueva, en la calle Hostos número 40. Soy hijo de educadores. Mi padre fue tres veces rector de la UASD, ministro de Educación, y de Trabajo, procurador general de la República y mi mamá fue una educadora toda su vida. Mi padre era el doctor Julio César Castaños Espaillat y mi madre se llama Nervina Guzmán viuda Castaños. Ella tiene 90 años. En mi familia se impone el respeto de los menores hacia los mayores, pero te confieso que yo siento que mis hermanos me respetan tanto a mí, como yo los respeto a ellos, y por eso es que hemos sobresalido como una de las familias más unidas que hay en este país. A mi mamá, cuando salió embarazada de mí, se le presentaron algunas complicaciones y el médico le hizo algunas insinuaciones de lo que había que hacer, y ella se negó. ¿Qué te puedo yo decir? Ella se arriesgó. Una vez que dio a luz, por poco se muere la pobre. Nos dejaron internos a los dos, porque era verdad que corría riesgo, pero ella y mi papá se negaron a interrumpir el embarazo. Así que… ¿qué te puedo decir de mi madre?

2. Una familia de abogados
Mis padres son abogados. Vengo de una familia de abogados. Mis bisabuelos, de lado y lado, fueron abogados, jueces los dos. Mis abuelos, paterno y materno, fueron abogados, jueces los dos; y de seis hermanos, cinco somos abogados. Soy el menor de los seis. De mis tres hijos, dos son abogados. Es decir, que somos abogados desde los pies a la cabeza. Tenemos una visión académica. Hemos estudiado mucho.

3. Inquieto
De niño fui muy travieso, sumamente inquieto, pero siempre me gustaba estar con personas mayores que yo. Siempre. Yo te diría que mis relaciones con las personas mayores son plenas. Yo tengo amigos contemporáneos, pero valoro mucho los años y me encanta escuchar a quienes son más viejos que yo, porque se aprende, incluso hasta de los más humildes. Me gustaban las fiestas, pero tengo una disciplina muy sólida. Recuerdo que de domingo a viernes, me dedicaba por completo a estudiar, pero los fines de semana, de viernes a sábado, eso era ¡rumba!

4. Estudios
Me gradué en uno de los colegios más grandiosos que yo haya podido conocer, con una visión hostosiana, el Colegio Fernando Arturo de Meriño, que es el APEC de hoy. Me gradué de Derecho en la UASD. Me gradué en el cuarto de matemáticas, parecería contradictorio, pero dos de mis grandes pasiones son las Matemáticas y la Física. Estudié en ese colegio, un colegio espectacular, con un nivel académico altísimo, y de eso te dabas cuenta cuando ingresabas a la universidad. De ahí me fui a la UASD, me gradué con honores en el colegio y en la universidad. En el colegio me tocó decir el discurso de la promoción. Siempre le he dado importancia a los estudios. Para mí el maestro es un educador y la escuela es su fundamento.

5. Una lección
Yo era marxista en mi época de estudiante universitario y a veces en el Colegio Universitario se daban situaciones, habían problemas en la universidad, y en dos ocasiones nos detuvieron a algunos de los muchachos; pero la última vez, mi papá, que fue un hombre espectacular, quiso darme una lección, y yo la aprendí. Porque las luchas no se construyen sobre la base de la anarquía. Las luchas se realizan sobre las bases de la razón. Eso aprendí esa noche. Hice mi perestroika primero que Gorbachov. Cuando llamaron a mi papá, como el jefe de la Policía era amigo de él, él me dejó detenido, y lo que me dijo fue: “te tengo que dar una lección. Te tengo que dejar”.

6. Un accidente
Yo tuve un problema de salud.. y mi hermano mayor, que es muy religioso, sumamente religioso, en un momento de desesperación me pidió que si un sacerdote podía orar por mí, y yo le dije que sí, porque no me quedaba de otra. Esa noche yo viví mi resurrección. Eso fue a raíz de un accidente. Las cosas que te pasan en la vida, no te pasan por algo, te pasan para algo, y ese accidente, a mi juicio, pienso yo, no sé si lo soy, pero creo que pasó para que yo fuera mejor de lo que yo era. Ese accidente me lo cambió todo. Hay cosas que no puedo hacer, por ejemplo, me gustaba tocar piano, estudiaba piano y después de eso no puedo tocar piano. Eso es duro. Cuando te pasan cosas así tienes que tratar de saber por qué te pasó, pero después de eso, soy una persona más sensible, más humana. Respeto tanto a los demás, sobre todo a los que menos tienen, que para mí son los más importantes.

7. Un padre espectacular
Mi padre fue un hombre espectacular, probablemente el ser humano que más me ha marcado en la vida, para bien, a tal punto que mi papá va a cumplir 29 años de muerto y yo aún no concluyo el inventario de todo lo que me dejó. Cuando él murió, yo juré que nunca me iba a quitar el luto, pero no como un duelo, sino como un tributo. Por eso es que siempre visto con corbata negra y camisa blanca. Mi padre ha sido la figura más emblemática en mi vida. Él murió de cáncer, eso fue devastador, pero hay que honrarlo sobre la base del ejemplo que él dejo, y eso fue lo que nosotros nos propusimos, honrar sus principios, su vida y por eso es que gracias a Dios, a ninguno de nosotros no se nos pega ni el polvo de una mesa. Ese es el compromiso de haber tenido un padre tan emblemático, tan familiar, con unos principios que iban más allá de la distancia, con un sentido de la justicia impresionante, el esfuerzo que uno veía que hacía para que todos sus hijos fueran profesionales. Un hombre que tuvo un prestigio impresionante, pero que no era un hombre rico. La riqueza no te la da el dinero. Uno no es dueño del dinero, uno es el administrador, de lo que uno es dueño es de sus principios. Eso es lo que te da valor.

8. Inconvenientes con profesores
En la universidad tuve inconvenientes con profesores, porque mi papá era un político y yo estudié en la UASD. Tuve inconvenientes con algunos profesores, no sé qué ha sido de ellos. Tuve inconvenientes fundamentalmente con tres profesores, pero cuando a ti se te dan situaciones como esas lo que tienes que hacer es dar lo mejor de ti. Lo desagradable de los años de estudios fueron esas diferencias que tuvieron esos profesores conmigo. Lo importante es que cuando se te presentan esas situaciones, tienes el reto de superarlas.

9. La profesión de abogado
La del abogado es una profesión que se parece mucho al sacerdocio, porque nosotros vivimos de confesiones, pero aparte de eso, la profesión de abogado es sumamente delicada. Primero, el abogado es el único profesional que tiene una tribuna, que es el tribunal, en donde, así como los congresistas tienen inmunidad en la celebración de las sesiones, así tiene el abogado inmunidad de cualquier cosa que pueda decir en el tribunal cuando se está celebrando una audiencia. Por eso es que la profesión de abogado es una profesión poderosa, y si es poderosa, usted tiene que tener cuidado con ese poder. El abogado maneja tres aspectos por los cuales un hombre o una mujer es capaz de matar a otro: el patrimonio, el honor y la libertad de los hombres; por eso, para ser abogado usted tiene que estar muy bien formado y estar consciente de cuál es su misión. A diferencia de las demás profesiones, las decisiones de lo que el abogado maneja, no dependen de él, sino de un tercero que es el juez. Hay que tener mucha estabilidad emocional y principios. Yo tengo una visión filosófica de lo que son los principios, de lo que es la ética, de lo que son los valores, que al fin de cuentas, cuando hablas de eso, lo que estás hablando es de tu dignidad, que es de lo único de lo que son dueños los que vienen al mundo con las manos vacías, y que eso, si lo pierdes por un segundo, difícilmente lo puedas volver a encontrar. Todos los días le pido a Dios que me permita vivir ese día con dignidad.

10. Matrimonio y familia
El marxismo me llevó a conocer a mi esposa. En ese entonces yo era marxista, y ella, que estudiaba en otra universidad, necesitaba hacer un trabajo sobre el marxismo, y un amigo nos presentó. Ella se llama Ivetsy Acevedo. Nos casamos y tenemos tres hijos. De eso ya hace 29 años. La conocí dos años y medio antes de la muerte de mi padre. Ella me conoció en el momento en que comenzaba a recuperarme del accidente que tuve. Tenemos tres hijos: un varón, abogado, estudió en Europa, César Alejandro; María Alejandra, también abogada, estudió en Europa y la pequeña, María del Mar, se fue por el área de economía. Se gradúa ahora y se va a estudiar al extranjero. Somos una familia muy unida, porque aunque yo durante toda la semana me la paso en los medios y en diferentes actividades, los fines de semana son para mi familia. Eso fue lo que vi en mi papá. Mi padre era un trabajador incansable, pero que le reservaba a su familia los fines de semana y eso es lo que yo he tratado de hacer. Para mí eso es sagrado. En mi casa, trato de parecerme en todo a mi padre. Yo quisiera que mis hijos me quieran y tengan el concepto de mí que yo tengo de mis padres. Si yo logro eso, de algo valió la vida. Nunca he aspirado a nada, solo aspiro a lo que yo algún día me pueda llegar a convertir. l

“Una institución con autoridad”

“Yo estaba en la Procuraduría General de la República, me llamaron y me ofrecieron la posición en la fundación, y yo, luego de una serie de consultas que hice, la acepté.  Esta es una posición en la cual debes mantener un equilibrio y en donde lo aconsejable es que uno no se entusiasme más de lo debido, o sea, hay que tener mucha ecuanimidad, yo no sé si la tengo, es lo que yo entiendo que hay que tener para ocupar mi posición. Entonces es una posición que te compromete mucho, porque te absorbe mucho tiempo. Tenemos una vocería que la hemos construido, de ahí la autoridad, no el poder, esta no es una institución poderosa, esta es una institución que se ha ganado la autoridad cuando se expresa. La FINJUS es un tanque de pensamiento, es lo que los americanos llaman un “think tank”. Nosotros estamos entre los 100 “think tanks” de América, incluyendo la de los Estados Unidos. La FINJUS está aliada a las más prestigiosas universidades en el mundo, es decir estamos frente a una verdadera institución. Esta institución tiene 26 años y es una institución modelo en todo lo que tiene que ver con sus programas de capacitación. Si hay una institución que ha contribuido al fortalecimiento del acervo jurídico en este país es la Fundación Institucionalidad y Justicia. Esa es una realidad, y 26 años creo que son suficientes para evaluar lo que han sido los aportes de la fundación, y por eso, pienso yo, que es una institución que aun cuando muchas veces estamos en el medio del debate y de la controversia, tengo que reconocer que es una institución que se ha ganado el respeto de los demás. Yo nunca me he sentido presionado con el debate de algunos temas y reformas, obviamente, sientes la resistencia de quienes dirigen esas instituciones, pero eso es totalmente normal, porque todo el que dirige una institución pública se resiste al cambio, a la modernización, porque cuando tú analizas, el dominicano es muy conservador. Pertenecer a la FINJUS representa para mí una gran satisfacción”.

Dignidad
“Tengo una visión filosófica de lo que son los principios, de lo que es la ética, de lo que son los valores, que al fin de cuentas, cuando hablas de eso, lo que estás hablando es de tu dignidad”.

Poder
“La profesión de abogado es una profesión poderosa. El abogado maneja tres aspectos por los cuales un hombre o una mujer es capaz de matar: el patrimonio, el honor y la libertad de los hombres”.

Legado
Trato de parecerme en todo a mi padre. Yo quisiera que mis hijos me quieran y tengan el concepto de mí que yo tengo de mis padres”.

Familia
Mi padre era un trabajador incansable, pero que le reservaba a su familia los fines de semana y eso es lo que yo he tratado de hacer”.

 

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