“Archivo musical” rescata a titanes del merengue clásico

El Archivo General de la Nación, en coordinación con el Museo de la Música Dominicana, pusieron a circular dos álbumes de ocho CD que recogen merengues clásicos.

“Archivo musical” rescata a titanes del merengue clásico

El Archivo General de la Nación, en coordinación con el Museo de la Música Dominicana, pusieron a circular dos álbumes de ocho CD que recogen merengues clásicos.

El Archivo General de la Nación, en coordinación con el Museo de la Música Dominicana, pusieron a circular dos álbumes de ocho CD que recogen merengues clásicos.
Es un valioso aporte a la discografía dominicana que tanto necesita de estos proyectos, que permiten, sin duda, el rescate, la divulgación y preservación de la memoria histórica nacional, como justificó Roberto Cassá, director del Archivo General, estas ediciones sin fines de lucro.

Estos cuatro discos compactos “contribuirán a recuperar parte del patrimonio de antaño de nuestra música popular, folklórica y académica”, dijo Cassá.

El primer número de esta colección recoge merengues interpretados por las orquestas de Antonio Morel (La Antillana), Luis Pérez, la Santa Cecilia y la San José.

De esta manera, están disponibles clásicos de Morel como “La Agarradera”, “A bailar”, “Cara sucia”, “Cayetano baila”, “Desiderio Arias” y “Chanflín”. Un total de 56 canciones inolvidables, catorce reservadas para cada uno de los intérpretes, forman parte del álbum No.1 de este estimable Archivo Musical.

Otros grandes de la música
De Luis Pérez no podían faltar piezas como “La parranda”, “Liniero”, “Juanita Morel”, “Siña Juanica”, “El pichoncito” y “Caminito de tu casa”. Se recuerdan los tiempos de “El sancocho prieto”, “Catarey”, “Compadre Pedro Juan”, “La piña”, “Leña” y “Merengue” que interpretaba en sus años dorados la legendaria Orquesta Santa Cecilia. El cuarto álbum del primer ejemplar cierra con la Orquesta San José con “La agarradera”, “La ligadura”, “Que qué pasó”, “Caña brava”, “Amorosa” y “Romance bajo la luna”. Otras leyendas de la música popular dominicana engalanan los cuatro álbumes del segundo disco.

El primero es Alberto Beltrán, con un cancionero importante del cual se recogen aquí: “Aunque me cueste la vida”, “La número cien”, “Sin ti”, “Mujer”, “Señora de la noche”, “El negrito del batey”, “Papá Bocó” y “Vuélveme a querer”. De Nicolás Casimiro se reeditan títulos como “Bajo un palmar”, “Desesperación”, “Santa Lucía”, “No se puede borrar” y “Palmeras”, entre otros.

Guarionex Aquino y Rafael Colón completan los cuatro artistas del segundo álbum. Algunas de sus canciones: “Callejera”, “Cambió el merengue” y “Dulce recuerdo”, del primero. Del segundo, se incluyen “Amorosa”, “Mi Quisqueya” y “Lucía”.

Hay que contextualizar la selección musical

Hay que valorar este trabajo de publicación en su máxima expresión cultural de estas instituciones, en la que también participó Tommy García, director del Museo de la Música Dominicana.

Se debería tomar en cuenta para futuras ediciones, y ojalá que continúe este valioso programa, incluir información básica de los artistas y las canciones, así como datos sobre el año de publicación, compositores y álbumes en que se incluyen las mismas piezas.

En fin, cosas que quizás ignoran las nuevas generaciones y que pueden ser útil para la memoria musical.

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El Archivo General de la Nación, en coordinación con el Museo de la Música Dominicana, pusieron a circular dos álbumes de ocho CD que recogen merengues clásicos.
Es un valioso aporte a la discografía dominicana que tanto necesita de estos proyectos, que permiten, sin duda, el rescate, la divulgación y preservación de la memoria histórica nacional, como justificó Roberto Cassá, director del Archivo General, estas ediciones sin fines de lucro.

Estos cuatro discos compactos “contribuirán a recuperar parte del patrimonio de antaño de nuestra música popular, folklórica y académica”, dijo Cassá.

El primer número de esta colección recoge merengues interpretados por las orquestas de Antonio Morel (La Antillana), Luis Pérez, la Santa Cecilia y la San José.

De esta manera, están disponibles clásicos de Morel como “La Agarradera”, “A bailar”, “Cara sucia”, “Cayetano baila”, “Desiderio Arias” y “Chanflín”. Un total de 56 canciones inolvidables, catorce reservadas para cada uno de los intérpretes, forman parte del álbum No.1 de este estimable Archivo Musical.

Otros grandes de la música
De Luis Pérez no podían faltar piezas como “La parranda”, “Liniero”, “Juanita Morel”, “Siña Juanica”, “El pichoncito” y “Caminito de tu casa”. Se recuerdan los tiempos de “El sancocho prieto”, “Catarey”, “Compadre Pedro Juan”, “La piña”, “Leña” y “Merengue” que interpretaba en sus años dorados la legendaria Orquesta Santa Cecilia. El cuarto álbum del primer ejemplar cierra con la Orquesta San José con “La agarradera”, “La ligadura”, “Que qué pasó”, “Caña brava”, “Amorosa” y “Romance bajo la luna”. Otras leyendas de la música popular dominicana engalanan los cuatro álbumes del segundo disco.

El primero es Alberto Beltrán, con un cancionero importante del cual se recogen aquí: “Aunque me cueste la vida”, “La número cien”, “Sin ti”, “Mujer”, “Señora de la noche”, “El negrito del batey”, “Papá Bocó” y “Vuélveme a querer”. De Nicolás Casimiro se reeditan títulos como “Bajo un palmar”, “Desesperación”, “Santa Lucía”, “No se puede borrar” y “Palmeras”, entre otros.

Guarionex Aquino y Rafael Colón completan los cuatro artistas del segundo álbum. Algunas de sus canciones: “Callejera”, “Cambió el merengue” y “Dulce recuerdo”, del primero. Del segundo, se incluyen “Amorosa”, “Mi Quisqueya” y “Lucía”.

Hay que contextualizar la selección musical

Hay que valorar este trabajo de publicación en su máxima expresión cultural de estas instituciones, en la que también participó Tommy García, director del Museo de la Música Dominicana.

Se debería tomar en cuenta para futuras ediciones, y ojalá que continúe este valioso programa, incluir información básica de los artistas y las canciones, así como datos sobre el año de publicación, compositores y álbumes en que se incluyen las mismas piezas.

En fin, cosas que quizás ignoran las nuevas generaciones y que pueden ser útil para la memoria musical.

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