El ministro sin Cartera, Franklin Almeyda, señaló este jueves que el Plan de Seguridad Ciudadana recogido en los últimos decretos presidenciales, muestran mucha similitud con lo que en 2003 recomendó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Perú, que la tasa de criminalidad de 5.6 homicidios sobre 100 mil habitantes en que estaba, pasó a 18.5, en el 2010.
El también Asesor en Seguridad Ciudadana indicó en el programa “Hoy Mismo” que produce César Medina, que la estructura entonces montada en el Perú, similar a la que se expresan en los decretos presidenciales del país, creó una burocracia que todavía en el 2011, ocho años después, no habían terminado de juramentar.
“Si en nuestro país vamos a pasar a juramentar esas mesas por municipios y luego ellas hacer quórum para discutir y proponer soluciones, irán dejando fuera a la comunidad”, dijo.
Aseguró que el Plan de Seguridad Ciudadana tal y como ha sido ahora diseñado demuestra el alto interés del Presidente Danilo Medina, pero crea un aparato burocrático que deja fuera de participación a las organizaciones naturales de la sociedad, como son las juntas de vecinos de sectores residenciales, organizaciones comunitarias de los barrios y las diferentes formas de organización de los sectores de producción de bienes y servicios.
Apuntó que esa es una gran debilidad en el Plan de Seguridad Ciudadana y Convivencia Social del Perú, con la diferencia de que la “Policía de ese país es mucho más moderna y eficiente que la policía dominicana”.
Almeyda, señaló que no se trata sólo de tener una representación de organizaciones sociales en esas mesas, sino, que recaben en la sociedad las cosas a superar para el ejercicio de los derechos y que las instituciones del gobierno respondan a esos requerimientos.
“La seguridad ciudadana tampoco es poner a la sociedad a que juegue el papel de la policía y el Ministerio Público, ni siquiera el de las instituciones del Estado; se trata de que la sociedad realice libremente y con las facilidades y el apoyo del Estado, el ejercicio de sus derechos fundamentales”, consideró.
Entiende que mientras la Policía no se ponga progresivamente en las condiciones de realizar su función de prevención de manera eficiente, el Plan de Seguridad Ciudadana adolecerá de esa debilidad, limitando los esfuerzos de la sociedad para de forma integral trabajar por el progreso y desarrollo”.
