Los celos son un sentimiento que experimentamos igual que otras emociones. A menudo aparecen en relaciones amorosas, pero también entre amistades.
Cuando nos hacemos amigos de alguien otorgamos a esa persona un lugar privilegiado en nuestra vida y establecemos con ella una relación basada en las nociones de compartir e intercambiar, disfrutar… y al mismo tiempo de dependencia respecto a ella.
A medida que la relación va evolucionando -sobre todo si se trata de una amistad muy cercana- los miembros implicados pueden temer que este tipo de unión desaparezca. Es entonces cuando nace un sentimiento de inseguridad que, poco a poco, se transforma en celos al tener la impresión de que la otra persona se aleja o se nos escapa.
Según la sicóloga y terapeuta familiar María Encarnación, es poco lo que se habla de los celos en la amistad, ya que por lo general la palabra celos va asociada al amor y a la pareja; pero no se puede desconocer que entre amigos también ocurren desavenencias por celos.
“Entre amigos o amigas siempre se tiene mayor afinidad con unos que con otros, con algunos existe una relación más profunda que con el resto del grupo y esto puede generar celos en aquellos que quedan al margen, por lo que es normal sentir algo de celos, especialmente cuando el mejor amigo o la mejor amiga pasan más tiempo con otros conocidos, o cuentan sus secretos a gente, con la que se supone no hay tanta amistad”, comenta la experta.
Un amigo que se considera desplazado puede llegar a experimentar celos, llegando incluso a sufrir tristeza o ira que pueden motivar la ruptura de esa amistad. En estos casos los amigos son tomados como una propiedad y no se acepta que compartan salidas o conversaciones con otros amigos.
El celoso o la celosa necesita ser el único centro de atención de sus amigos, no soporta que tengan otras amistades y si descubre una “infidelidad” con otros amigos es capaz de armar un berrinche al estilo de las parejas.
Muy reveladores
De acuerdo con Encarnación, los celos son sinónimo de malestar y pueden dejar al descubierto nuestras necesidades de tipo afectivo, el estado anímico actual y nuestra actitud general.
Pero también nos informa sobre todo de la manera en que gestionamos nuestras emociones y, por lo tanto, la relación en cuestión, sea de amor o amistad. Los celos pueden poner de manifiesto una situación de rivalidad, más o menos consciente, o una actitud posesiva.
Cuando los sentimos o los sufrimos, los celos pueden ser con rapidez opresivos si toman proporciones desmesuradas. En algunos casos pueden ser altamente destructivos, sobre todo si se transforman en una posesión enfermiza o, al contrario, en un odio profundo.
Salir airoso
*No te dejes manipular por el amigo celoso, esto significa no dejar de hacer lo que se desea por temor a lo que diga él o ella.
*Hazle entender que en la amistad hay lugar para todos y por lo tanto no existe un contrato de exclusividad que te obligue a conversar sólo con una persona.
*El sentido de propiedad no debe existir entre dos amigas, cada una es libre de salir con otra gente sin que por ello la relación se vea resentida. No se querrá menos por compartir otros momentos con personas diferentes.
*Hablar la verdad lo que pasa es la mejor alternativa para no sentirse resentida luego, ni armar escenas absurdas que solamente llevan a que la relación se resquebraje.
*La independencia es vital para que la amistad se vea reforzada día a día. El conocer otra gente hará que se valore más la amistad que existe.
*Aprender a manejar las emociones y a trabajar sobre la propia autoestima y auto, confianza que posiblemente estén debilitadas.
