Hombre trató de quemar su familia y redujo a cenizas ocho casuchas

Un hombre intentó en la madrugada de ayer matar a su esposa y tres hijos, incendiando la casa donde residían, en el sector Los Guandules del Distrito Nacional.

Un hombre intentó en la madrugada de ayer matar a su esposa y tres hijos, incendiando la casa donde residían, en el sector Los Guandules del Distrito Nacional.Isabel Adames salvó su vida junto a sus hijos de once, ocho y tres años, gracias a la heroica labor del joven Gabriel Payano quien, tras escuchar los gritos de auxilio, rompió el candado de la casa y en medio de las llamas sacó a la mujer y a los niños.

El frustrado homicida fue identificado como Diomerito Ubrí Solís, quien utilizó el combustible de su motocicleta para quemar la casa, acción que también destruyó totalmente otras ocho viviendas y afectó parcialmente un novena, construidas con hojas de zinc en la ribera Este del río Ozama, en la cercanía de la calle Ricardo Carty.

“Yo escuché cuando él llegó como a las doce y amenazó con matar a Isabel y los muchachos, pero me acosté y en la madrugada escuche los gritos de auxilio”, narró el joven Gabriel Payano, quien rompió el candado de la casa y sacó a la familia.

El hombre, sindicado como el responsable de intentar exterminar a su familia, huyó y hasta el momento se desconoce su paradero. 

Los afectados por el incendio registrado a las cuatro de la madrugada piden el auxilio de las autoridades debido a que perdieron todas sus pertenecías.

Afirmaron que  las brigadas del cuerpo de bomberos llegaron  rápido, pero las fuerzas de las llamas se extendían con agilidad entre las casitas, separadas por estrechos callejones. En el terreno se observa el rostro de desesperanza de  personas, que vieron empañado el primer día de año nuevo con la pérdida de sus escasos bienes.

Rastros de estufas, neveras, base para camas en metal y trozos de libros de los niños que asisten a la escuela eran parte los residuos que quedaron entre las cenizas.

En medio de lo triste de la inauguración del año 2013, los afectados dan gracias a Dios porque no hubo víctimas mortales.

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