Un hasta siempre a un ser excepcional

El doctor  Marte Jiménez  nos  dejó ; se fue con su bastón a otra parte,  el mismo bastón que prestó para apoyar a los  miles que fueron sus pacientes desde que regresó de España , donde se especializó en el período de 1980 a 1982. Se…

El doctor  Marte Jiménez  nos  dejó ; se fue con su bastón a otra parte,  el mismo bastón que prestó para apoyar a los  miles que fueron sus pacientes desde que regresó de España , donde se especializó en el período de 1980 a 1982. Se integró  honoríficamente  a la Unidad de Salud Mental del Hospital  Universitario José María Cabral y Báez en Santiago, plaza ganada por concurso en 1988, en la que llegó a ser un pilar fundamental en lo asistencial y en lo académico, en armonía complementaria con la Jefatura de Servicio.

Su vida académica superior la inicia en 1983 como Profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Pucamaima   hasta el año 2002. Otro hito en su vida  lo constituyó su docencia en UTESA, donde impartió las Cátedras de Psiquiatría  y Clínica Psiquiátrica en la Escuela de Medicina, así como de Psicopatología en su Escuela de Psicología.

Un accidente, cuando regresaba de  Puerto Plata, su  pueblo natal, lo dejó maltrecho por largos meses , fuera de sus clases y de su trabajo ; desde entonces caminaba con dificultad y los dolores corporales le hicieron agarrar las muletas ortopédicas y, finalmente, su bastón , con el que le vimos , cuando llegó a una actividad académica  sin desperdicios , preparada por los dirigentes actuales  de los psiquiatras región Norte , hace pocos días, ahora en agosto de 2014.

Como siempre, libro bajo el brazo, libreta en mano, humor  alegre con su clásico tinte irónico, pero sopesado, maduro y respetuoso. El  doctor Juan José Marte no dejó hijos , fue un colega amistoso y sincero con sus amigos, eso nos consta, un estudioso nato de todo lo que significara cultura y conocimiento, un observador fenomenológico  y clínico sobresaliente, que dedicó todo el amor de su vida a su profesión de médico psiquiatra y a enseñar , eso sí , a enseñar todo lo que sabía y en cualquier lugar . Tuvo poca práctica privada, fue un psiquiatra disponible todo el tiempo. No hizo fortuna con la medicina.

 Su herencia la dejó  en  miles de cerebros, en esa pléyade de excelentes médicos dominicanos y extranjeros que pasaron por sus cátedras  y que oyeron por primera vez, de su boca , hablar sobre la Personalidad  Melancólica, de Hubertus Tellembach; del  Inconsciente Colectivo, de  Carl Jung; del  concepto del Endono,  de J.P Sartre y su Existencialismo.

Eso nos queda del doctor Juan José Marte y Jiménez.  Un ser humano de excepción, donde posiblemente su todo fuera más que la suma de cada una de sus partes .

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas