Una mañana, al despertar, el maestro, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama con ideas que le permitirían plasmar una obra que marca un antes y un después en su producción plástica. Habría que averiguar de dónde proviene esta frase: Nuevo renacer, tan reveladora para los hombres de su tiempo como para los de las generaciones contemporáneas.
Guillo Pérez ha iniciado su ontológica aventura con el lienzo y los colores, a lo largo de la cual se encuentra con una multitud de elementos que caracterizan la cultura y el sentir del pueblo dominicano. Un testigo par: su obra, en la que notamos por primera vez una satisfactoria transposición. Porque Pérez, desplegando todos los matices de su sensibilidad, ha trascendido lo hecho por otros artistas.
Sin apartarse de los lineamientos de un arte suficientemente descriptivo, ha penetrado en los abismos de lo mágico-fantástico y alcanzado la arcana zona de los mitos.
El artista nos muestra lo que habría que ver, entender y descifrar fuera, dentro, por encima y al margen de los párrafos de su prosa, escritos con los colores vibrantes y enérgicos de su pintura caribeña.
El gallo, para Pérez, trasciende su propio ser para metamorfosearse en sí mismo. Cambia de forma para adoptar otras que corresponderán, perdurablemente, a las visiones –a las iluminaciones- del maestro; investigador permanente de las raíces de la naturaleza de las que se nutre su arte, Guillo Pérez se adentra en el mundo de lo imaginario, de lo onírico. Su obra es cada vez más expresiva, en su forma sui géneris de representar la realidad.
Por qué misterioso encadenamiento de confidencias mágicas, de revelaciones, de entendimientos secretos, habría de encontrarse en un artista caribeño –un dominicano- el más extraordinario exegeta gráfico de una obra emblemática y de alto valor estético.
Según voluntad de su creador, debían arrojarse al lienzo, las interpretaciones más válidas del Caribe, espacio al que corresponde el pueblo dominicano sintetizadas a través de “Un nuevo renacer”. La publicación es parte del texto de la exposición “Guillo Pérez, Dominican Master en Zurich Suiza”.