Germana Quintana, una leyenda del teatro dominicano

Imaginamos que todos conocen a doña Germana Quintana y a su famoso teatro Las Máscaras. La primera función de este pequeño…

Imaginamos que todos conocen a doña Germana Quintana y a su famoso teatro Las Máscaras. La primera función de este pequeño e intimo teatro fue en el 2001. Desde entonces los éxitos han arropado su amplia cartelera.

Ubicado en una de las calles más emblemáticas de nuestra Zona Colonial –la Arzobispo Portes- el teatro Las Mascaras se ha convertido en una solida opción de entretenimiento en la capital dominicana. Un espacio destinado única y exclusivamente para ver teatro; nada de figureos y fotos, tal vez a ello se deba la ausencia de vestíbulo, lo cual también sorprende a los visitantes, pues al momento de entrar a la sala, el escenario queda a pocos pasos.

Al conversar con doña Germana nos dimos cuenta de su gran pasión por este mundo mágico, en el cual perdurará hasta que le sea posible.

1. La batalla ha sido dura. ¿Cómo ha podido mantener por tantos años Las Máscaras? Es cierto, no ha sido fácil, pero cuando a uno le gusta lo que hace, se hace menos cuesta arriba. Hemos tenido tiempos buenos, por ejemplo, se han presentado alrededor de 200 funciones de una misma obra; pero también nos ha pasado que va muy poco público. El mismo público es nuestra mayor satisfacción. Sin embargo, los medios de comunicación no brindan el apoyo que se necesitamos. Considero que deben tomarnos más en cuenta. Al parecer, no encuentran atractivo este tema.

2. ¿Qué la motivó a crear un espacio propio, habiendo salas de teatro más demandadas por el público? El tiempo en escena. Antes me presentaba en el Teatro Nacional o en Bellas Artes, pero cuando la obra iba tomando peso y comenzaba a ir más público, se agotaban las funciones. Es entonces cuando decido irme a un local propio, que a pesar de no acoger la misma cantidad de personas, la obra  misma se agote.

3. ¿El éxito de Las Máscaras es indiscutible. ¿No ha pensado en ningún momento cambiar a un local mucho más grande? Nunca. A nosotros nos caracteriza esa pequeña salita, la proximidad e interacción con el público. Creo que al abandonar este local, estaríamos dejando allí una parte de lo que somos.

4. Dicen que es una directora muy estricta. Si, lo soy. Tuve un profesor que me enseñó que el respeto es primordial en esto. Hay que respetar el teatro, tanto al autor de la obra    –transmitir la intención de este- y al público, pues espera una buena presentación. Por tanto, solo con disciplina se logra esto. 

5. ¿Teatro para el pueblo? Si, cualquier persona puede ir a Las Máscaras. No tenemos exclusividad para nadie, las puertas están abiertas.  

6. ¿Nadie es profeta en su tierra? Totalmente de acuerdo. Quien mejor que yo para decirlo. Agradezco enormemente a la República Dominicana, por haberme acogido y darme la oportunidad de crecer como profesional. Gracias a Freddy Beras Goico –que en paz descanse- y a Cecilia García incursioné en el mundo audiovisual y he llegado he podido trazar mi propio camino. Siempre estaré agradecida de este país, el cual nunca me ha hecho sentir como una extranjera.

Son diez años que ya tiene Las Máscaras, algunas de sus obras han sido:

 

 

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