El origen del problema de la carencia de documento de identidad de los hijos de inmigrantes haitianos se debe a la condición de ilegalidad de la mayoría de los padres que residen en República Dominicana.Así lo explican los autores del libro “Vidas truncadas”, en el cual analizan el problema de la falta de identidad de los menores de edad de ascendencia haitiana desde una perspectiva de derechos humanos, independientemente de su condición jurídica.
Precisan que los hijos de haitianos son afectados por “el carácter de indocumentados de la gran mayoría de sus padres y madres, inmigrantes establecidos en el territorio dominicano durante un largo proceso migratorio que prolonga su historia hasta más de un siglo atrás, y cuyas causas profundas residen, por un lado, en las asimetrías sociales y ambientales existentes en Haití”.
También concluyen que “los desiguales niveles de desarrollo en ambos países, convierten a República Dominicana en el destino de centenares de miles de trabajadores haitianos que, afectados por factores de expulsión de fuerza laboral en su país, circulan por una frontera común, en gran medida abierta, para dedicarse a trabajar y vivir en suelo dominicano y ser parte del sostén de la economía capitalista”.
Vidas truncadas de los autores Manuel Z. Mejía Gómez y César Cuello Nieto analiza el problema de la falta de identidad de menores de ascendencia haitiana en República Dominicana desde una perspectiva de derechos humanos, independientemente de la condición jurídica de los inmigrantes.
De igual forma, refieren que una de las consecuencias de los cambios legislativos en República Dominicana en los últimos años ha sido una mayor dificultad para que los menores nacidos en el país, descendientes de haitianos, puedan acceder a la documentación que les permita ingresar y continuar en el sistema educativo.
La investigación
Vidas truncadas es un estudio sociológico sobre el impacto de la falta de documentos de identidad en la escolaridad de menores de ascendencia haitiana, se circunscribe a la situación de menores, específicamente de la provincia de San Pedro de Macorís, y reconoce los derechos humanos de la persona (no solo del ciudadano), lo que implica que los inmigrantes tienen derechos, como seres humanos, que todo Estado debe y tiene que garantizar.
Manuel Z. Mejía Gómez y César Cuello Nieto sostienen que “los hallazgos de la investigación muestran cómo la falta de documentos de identidad de una parte significativa de la población descendiente de inmigrantes haitianos se convierte en un condicionante social que trunca las vidas de cientos de seres humanos que no consiguen acceder a los procesos de escolaridad que les permitirían realizarse como personas y promoverse en la escala social por el medio más lícito y humanizante que puede existir: la educación”.
La investigación se realizó en las zonas rural y urbana de San Pedro de Macorís, donde hay una gran presencia de inmigrantes, en el período comprendido entre junio de 2011 y mayo de 2012 por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), contó con el auspicio del Institut d’Estudis Andorrans (IEA) de Andorra y el apoyo financiero de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
