Esta vez el trompetaso sonó para El Chacal

Durante años lo vimos burlarse, sin esbozar la más mínima sonrisa, de los valientes que se atrevían a cantar en el programa de Don Francisco. Su trompeta en lugar de ser temida se convirtió en motivo de muchas risas, y a pesar de que lo bautizaron&#8

Durante años lo vimos burlarse, sin esbozar la más mínima sonrisa, de los valientes que se atrevían a cantar en el programa de Don Francisco. Su trompeta en lugar de ser temida se convirtió en motivo de muchas risas, y a pesar de que lo bautizaron como “el más temido”, lo cierto es que hasta los mismos concursantes se doblaban a carcajadas cuando lo veían.

Siempre fue un misterio quién estaba bajo aquella capucha negra, y que hacía muecas o bailes para amenizar la participación de los participantes.  Hoy sabemos que Leonardo Núñez Guerrero, es el actor que le dio vida al inolvidable hombre de la trompeta vestido de negro que despedía con un trompetazo a aquellos que no llenaban sus expectativas, y su rostro fue desvelado por E! News.

Esta vez el baúl de sombreros y accesorios parece haberse agotado y lo único que se escucha es el horroroso sonido de la trompeta, informándole que su tiempo se agotó y el veredicto es «¡yyyy…fuera!». La nota dice que El Chacal está muy dolido por la forma en que fue despedido del espacio televisivo y que de eso hablará en el programa ¡Suelta la Sopa!, de la cadena Telemundo.

En un video sobre lo que el contenido del programa, El Chacal habló acerca de la historia de su personaje e indicó además estar muy dolido por la frialdad con la que Don Francisco lo despidió. “Solo un frío apretón de manos” hubo entre los dos ex compañeros de trabajo, dice la nota.

“Le dije: Don Mario (Kreutzberger, Don Francisco), supe que no sigo. Yo esperé que Don Mario se parara, me diera la mano, me diera un abrazo y me dijera: Gracias por haber trabajado conmigo (…) o que me mintiera y me dijera voy a hacer lo posible para que continúes, aunque después me hubiera dicho no continúas. Pero él sentado en la silla —no se paró— me tendió la mano, así, una mano muy fría, y me dijo: “Bueno, que te vaya bien”. Y eso a mí me reventó. Me mató”, relató Núñez.

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