Ellos apuestan por la keratina

La keratina, ese tratamiento que elimina las ondas de tu pelo y le otorga vitalidad y brillo, es la revolución del momento en materia capilar.…

La keratina, ese tratamiento que elimina las ondas de tu pelo y le otorga vitalidad y brillo, es la revolución del momento en materia capilar. Sobre todo en latitudes como estas, donde el pelo lacio es un bien estético muy preciado. Pero la keratina no es patrimonio exclusivo de las mujeres. Cada día más hombres la solicitan en los salones de belleza y corren la voz entre sus amigos. ¿Cuáles dudas tienen ellos sobre el milagroso procedimiento? Aquí quedan aclaradas.

¿La keratina es un producto para ambos sexos?

Sí, este proceso es para ambos sexos, ya que la keratina es un tratamiento de hidratación y, sobre todo, anti frizz (no alisado). De hecho, la tenemos naturalmente en el cabello.

¿A partir de qué edad se recomienda su aplicación?

Se aplica a cualquier edad, a partir de la adolescencia.

¿Cuál es el cuidado que debe llevarse luego de su aplicación?

Lo más recomendable es comprar la línea de mantenimiento para cabellos sometidos a keratina, para que el resultado sea mayor y duradero. Al lavar el pelo, lo idóneo es usar un champú sin sulfato, la mascarilla de la misma línea del producto y, por último, un producto de terminación.

¿Cada cuánto tiempo debe aplicarse?

Cada tres meses. Y si tus posibilidades económicas te lo permiten, puedes hacerlo mensual, para mejores resultados.

¿Se puede aplicar en casa?

Sí, pero lo recomendable es que lo haga un profesional experto para obtener mejores resultados y evitar posibles desastres.

¿Un hombre que sea parcialmente calvo puede aplicársela?

Sí, todo depende de su necesidad.

 

Pelo y autoestima

Una investigación realizada por el departamento de Psicología de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, comprobó que cuando el cabello está desordenado o no llena las expectativas de un hombre, los efectos repercuten en la autoestima de forma negativa. De acuerdo con los resultados, aquellos que experimentaron dificultades con su pelo obtuvieron la puntuación más baja en términos de autoestima.

Los ejemplares masculinos que participaron en el estudio mostraron menos confianza en sí mismos, sentían más nerviosismo y tenían mayor propensión al aislamiento social. “El asunto es que la apariencia física sí les importa, y el cabello ha probado ser mucho más significativo de lo que pensábamos”, dice la psicóloga Marianne LaFrance, del Laboratorio de Estudios de Género de Yale.

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