Defensa ultravioleta

Días bajo la arena, el agua, la brisa fresca y las caricias de los rayos de esa luminosa estrella son los ingredientes de una receta ideal para relajarse y olvidarse de las preocupaciones laborales… hasta el día siguiente…

Días bajo la arena, el agua, la brisa fresca y las caricias de los rayos de esa luminosa estrella son los ingredientes de una receta ideal para relajarse y olvidarse de las preocupaciones laborales… hasta el día siguiente en el que se comienzan a observar los efectos de “disfrutar bajo el sol”.

La dermatóloga Emma Guzmán explica que la exposición al sol en horas inadecuadas y en exceso afecta al cuerpo humano. Algunas de estas consecuencias la podemos observar de forma inmediata; sin embargo, existen otras repercusiones a largo plazo que podrían incluso causar la muerte.

Repercusiones inmediatas:

–           Quemaduras de primer y segundo grado.

–           Aparición de eritemas (enrojecimiento e inflamación de la piel).

–           Descamación.

 

Efectos tardíos:

–           Manchas.

–           Lesiones queratósicas (áreas elevadas y ásperas de la piel).

–           Cáncer.

–           Cataratas y otros trastornos de la vista.

–           Envejecimiento prematuro de la piel.

 

Para contrarrestar las secuelas, la doctora Guzmán recomienda lo siguiente:

 

* Protección de acuerdo al tipo de piel. Utiliza protector de mínimo 30 SPF (factor de protección solar) una hora antes de salir, cada tres horas. Este se debe elegir de acuerdo a la piel que tengas. Si posees piel seca, lo más aconsejable es seleccionar uno en base de crema, y si es grasa, en base líquida.

* A prueba de agua. Para las personas que realizan actividades acuáticas, lo mejor es utilizar un filtro solar a prueba de agua cada tres horas, ya que de lo contrario, cada vez que entren en contacto con el agua, deberán aplicarse nuevamente el producto.

* Horas a evitar. Se recomienda evadir los rayos solares desde las 11:00 a.m. hasta las 3:00 p.m. En cambio, si deseas aprovechar los beneficios que nos brinda el astro solar, lo mejor es la exposición en las primeras horas de la mañana.

* Posibles manchas. Es necesario tener precaución con el uso de cítricos y de perfumes, así como de los bronceadores solares, ya que las personas pueden presentar una reacción, produciendo unas manchas oscuras en la piel.

* Ropa adecuada. Para cuidarse del Sol, lo más recomendable es utilizar vestimenta holgada, de tela tupida y que cubra todo el cuerpo y las extremidades. Además, existen piezas de ropa que poseen protección ultravioleta, recomendada especialmente para las personas que trabajan al aire libre.

 

Cuidado diario

Aunque muchas personas únicamente piensan en protector solar en días de playa, lo ideal es tomar estas medidas de cuidado solar a diario, y más en el caso de nuestro país, en el que se vive en un “verano eterno”.

Además, se debe recordar que el Sol costero que caracteriza al país no es el único que puede causar estragos en la salud, pues el sol del área fría de las montañas es tan perjudicial como el de las playas.

 

Los más vulnerables

Existen seis tipos de piel , de los cuales los dos primeros  (muy pálida y blancas), se encuentran con mayor riesgo a los peligros del Sol y al cáncer de piel, debido a la poca cantidad de melanina que poseen estos dos grupos.

En cambio, los últimos dos tipos (piel morena y piel negra), se encuentran mucho más protegidos a los rayos ultravioletas debido a la pigmentación que poseen. Sólo en casos extremos pueden sufrir de algunos de los efectos solares.

 

Caricias ultravioletas

No todo es nocivo; la exposición al sol (con mesura, precaución, y en horas adecuadas), brinda múltiples beneficios. De acuerdo a la revista digital Puleva Salud, algunos de estos son:

–           Promueve la síntesis de vitamina D. Esta ayuda a que el cuerpo absorba mejor el calcio, combate la somnolencia diurna, reduce los síntomas de la depresión y fortalece los músculos.

–           Mejora el aspecto de la piel.

En muchas ocasiones, el Sol puede ayudar a combatir el acné. La clave para lograrlo está en tomarlo a primera hora de la mañana o a última de la tarde,   y no sobrepasar los 30 minutos.

–           El Sol es capaz de aumentar el número de glóbulos blancos o linfocitos, las células encargadas de la primera defensa frente a la infección.

–           Se ha comprobado que los niveles de colesterol son menores en verano, en parte porque la luz UV es necesaria para metabolizar el colesterol, y cuando tomamos el Sol disminuye el nivel de colesterol y evita que se adhiera a las arterias.

–           El Sol provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel, disminuyendo los valores de presión arterial.

 

Lo que no sabías de este astro

Conoce más sobre esta esfera sobre la cual gira nuestro planeta con algunas de las curiosidades expuestas en Sol y Ciencia, la revista trimestral de meteorología espacial y heliofísica:

–           Su luz  tarda 8,3 minutos en llegar a la Tierra.

–           En muchas culturas,  ha sido considerado un dios. Para los antiguos egipcios, por ejemplo, recibía el nombre de Ra.

–           Un eclipse solar total no puede durar más de 7 minutos y 40 segundos.

–           El tiempo de vida esperado del Sol es de otros 5 mil millones de años.

 

La insolación

Esta se produce por un exceso prolongado al Sol. Algunos de los síntomas que la acompañan son fiebre, calambres, vómitos, confusión mental, dolor de cabeza y torpeza motora. Como consecuencia final, la insolación puede provocar un estado de shock por deshidratación. Para combatir este trastorno la primera medida es acudir al médico e ingerir líquidos.

 

Un caso especial

Las personas que toman medicamentos para la hipertensión, diabetes, infecciones (por bacterias u hongos), epilepsia, entre otras, son más propensas a los efectos solares. Esto, explica Guzmán, debido a que los medicamentos que deben consumir son fotosensibilizantes. Para estos casos, lo recomendable es utilizar un producto con factor de protección solar más alto.

La melanina es la encargada de dar el color al cabello, los ojos y la piel. Además, actúa como protector solar innato.

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