Decálogos

Del Diccionario de la Real Academia recojo las dos siguientes definiciones de decálogo: “Conjunto de los diez mandamientos de la ley de Dios; conjunto de normas o consejos que, aunque no sean diez, son básicos para el desarrollo de cua

Del Diccionario de la Real Academia recojo las dos siguientes definiciones de decálogo: “Conjunto de los diez mandamientos de la ley de Dios; conjunto de normas o consejos que, aunque no sean diez, son básicos para el desarrollo de cualquier actividad”.Etimológicamente, “decálogo” deriva del latín “decalogus” y éste a su vez del griego, literal, “las diez palabras”.

El sentido más conocido es el primero. Pero en el segundo, que hemos dado, son innumerables a lo largo de la historia y están presentes en las más diversas culturas, los listados de diez normas, principios, reglas básicas para guiar o iluminar los múltiples quehaceres humanos. Ninguno pretende substituir el sentido primero y decisivo: el de conjunto de los diez mandamientos de la ley de Dios. Al contrario, de alguna manera, esos “pequeños decálogos” se fundamentan en aquel gran Decálogo y son como concreciones prácticas de algunos de los diez grandes mandamientos.

Aquí y allá fui recogiendo o elaborando decálogos de este tipo, reflexionando sobre ellos y guardándolos. Hoy comparto con ustedes cinco de ellos.

Ideario para los tiempos actuales

Elaboré las diez proposiciones siguientes, que llamé “ideario”, para una charla dirigida a dirigentes del mundo empresarial, político, cívico y obrero.  Las fui leyendo y  comentando.  Aconteció en el Cortecito, Bávaro, el 6 de julio de 1996.

1. Contemos siempre con las grandes virtudes de nuestro pueblo.
2. En Dios y en las virtudes humano-cristianas del pueblo dominicano encontraremos siempre un motivo de esperanza para mejorar.
3. Ansia progresiva de superación personal y anhelo de poner al servicio de todos el saber científico y tecnológico adquiridos.
4. Olvidar generosamente desavenencias, agravios y enfrentamientos: perdonar.
5. Trabajar intensamente en la reconciliación de todos para juntos resolver con entusiasmo y eficacia los problemas que nos envuelven y entorpecen: “Todo reino dividido, perecerá”.
6. Ingredientes de la fórmula del éxito: capacidad, capacitación, creatividad, laboriosidad,  honestidad, solidaridad y trascendencia.
7. No olvidemos que aislarse en el mundo es anquilosarse y aún suicidarse económica y políticamente.
8. No podremos exigir integración regional, continental y mundial, si antes, no nos exigimos a mosotros mismos y somos productivos, llevando a la mesa común de la humanidad nuestros propios aportes.
9. Esperarlo todo de un nuevo gobierno o simplemente de un gobierno sería un imperdonable retroceso.
10. La patria es tarea común de todos: todos somos cómplices de sus males y todos somos colaboradores de sus éxitos; entre todos la hundimos y entre todos la salvamos.
fuente: las ideas centrales de este ideario han sido tomadas, en el orden en que están, del Mensaje de la Conferencia del Episcopado Dominicano, del 4 de julio de 1996, #8, 9, 12, 13, 15, 16, 17 y 18.

Para llevarse bien con los demás

1. Salude. No hay nada más agradable que un saludo afectuoso.
2. Sonría.  Se necesitan 72 músculos para arrugar la frente y solamente 14 para sonreír (sea económico).
3. Llame a la gente por su nombre.  La música más grata para el oído de cualquier individuo es el sonido de su propio nombre, título o cargo.
4. Sea amigable y servicial.  Si usted desea tener amigos, comience por ser uno.
5. Sea cordial.  Hable y actúe como si cada cosa que usted hace por los otros fuera realmente un placer.
6. Esté sinceramente interesado en la gente. Usted puede ser agradable a todo el mundo, siempre que realmente trate de serlo.
7. Sea, generoso en sus opiniones de los demás, y moderado en sus críticas.
8. Sea veraz.  No haga que se pierda la confianza que usted se merece.
9. Esté alerta para prestar servicios a los demás.  Lo que más cuenta en la vida es lo que hacemos por otros.
10. Mantenga el dominio propio, no importa las circunstancias.  Controle sus nervios. Ante situaciones difíciles, piense diez veces lo que va a decir y hacer.
Del médico católico dominicano

Fue elaborado por monseñor Príamo Tejeda, médico y sacerdote.

1. Asumir el compromiso de entrega y servicio sincero en el sector salud desde el puesto que cada uno desempeñe, privado o gubernamental.
2. Impulsar acciones de salud hacia los sectores humildes, promoviendo la implementación de sistemas de salud comunitaria.
3. Adoptar actitudes y estrategias cristianas frente a la pandemia del Sida con los enfermos y sus familiares.
4. Mejorar notablemente la relación médico-paciente para que sea más humana, menos formal e intelectual y que el paciente entienda con un léxico sencillo.
5. Favorecer el  derecho del pobre de recibir servicios médicos y medicinas de bajo costo, favoreciendo el desarrollo de la medicina natural y ayudando en la liberación económica de los fármacos.
6. Comprometer a los médicos para que sean defensores de la cultura de la vida en todas sus manifestaciones, conocedores de la ética y de las enseñanzas de la Iglesia, dispuestos a defender activamente la vida en todos sus niveles, específicamente los niños y los ancianos.
7. Ser médicos identificados con los pobres, como Jesús, movidos por la fe y la compasión, ofreciendo buenos servicios, para quienes la vida sea, al mismo tiempo, un don y una responsabilidad, un talento, para hacerlos fructificar.
8. Ser médicos dispuestos, con urgencia, a “rehumanizar” la medicina para que considere a la persona humana en la totalidad de sus valores y sus exigencias.
9. Ser médicos que hayan encontrado la respuesta a la pregunta: ¿Qué sentido tiene el sufrimiento para el mundo?, y la puedan ofrecer a sus compañeros y pacientes, con valentía y alegría.
10. Ser médicos que saben que sólo Jesús es la respuesta, su vida y su mensaje, su Evangelio. Él ha tomado el sufrimiento sobre sí y le ha dado un valor de redención.

Sobre la forma de vida sacerdotal

1. Es más importante cómo vivo de sacerdote que lo que hago como sacerdote.
2. Es más importante lo que Cristo hace en mí que lo que yo mismo hago.
3. Es más importante vivir la unidad en el presbiterio que entregarme sólo a mi tarea.
4. Es más importante el servicio de la oración y la palabra que el servicio en la mesa.
5. Es más importante acompañar espiritualmente a los colaboradores que hacer por sí solo el trabajo posible.
6. Es más importante estar presente sin reservas en algunos puntos que estar en todos de prisa y a medias.
7. Es más importante actuar en unidad que actuar a la perfección, pero aislado.  Por tanto, es más importante la colaboración que el trabajo, la comunión que la acción.
8. Es más importante, por más fecunda, la cruz que la efectividad.
9. Es más importante la apertura a la totalidad (la comunidad, la diócesis, la Iglesia universal) que el interés particular, por importante que sea.
10. Es más importante dar testimonio de la fe a todos que satisfacer todos los compromisos tradicionales.

fuente:  Estas diez tesis fueron formuladas en el marco de una sesión de estudio de la Conferencia Episcopal Alemana, otoño de 1981, por el Prof. W. Breuning, de Bonn, y el Obispo K. Hemmerle, de Aquisgrán.

Valores de un comunicador

En el trajín de mis conferencias sobre ética y valores de los profesionales de la comunicación, considero que entre los grandes valores que deben caracterizarlos, han de estar los diez, sobre los cuales traté en “El Papel en la Ética de la Comunicación Social” 2009, Pág. 11.

1. Información de la verdad y sólo la verdad.
2. Búsqueda de la objetividad.
3. Difusión de una recreación divertida, no pornográfica ni vulgar.
4. Promoción del bien común.
5. Fomento de la fraternidad universal.
6. Desarrollo integral de todo ser humano y de toda la humanidad.
7. Custodia de la libertad de expresión y de todos los demás derechos y libertades humanas.
8. Promoción de la paz.
9. Defensa de la justicia.
10. Ser voz de la solidaridad humana.

* * *
Hemos ofrecido, como una pequeña muestra de una lista interminable, cinco decálogos, elaborados por el ingenio humano iluminado por Dios, que tienen, sin lugar a dudas, cada uno su valor y que puedan ayudar a personas y grupos humanos.

Esto mismo muestra que sigue siendo un ejercicio bueno e interesante la elaboración de decálogos que ayuden a personas y grupos a mejorar su calidad de vida humana, familiar, profesional o en cualquier orden de la existencia.

Conozco a muchos que han elaborado sus “decálogos personales”, como principios básicos necesarios suyos para su crecimiento y superación personal. Pero no los puedo dar a conocer aquí.

CERTIFICO: que también para mí ha sido un interesante y buen ejercicio el compartir los cinco decálogos arriba enumerados.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los 03 días del mes de noviembre del año del Señor 2011.

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