¿CÓMO ES QUE EL ABANDONO se ha aposentado en el hospital Darío Contreras, en la forma como lo describen los médicos en huelga? ¿Cómo es posible que hayan permitido que la situación se deteriore tanto? Y pensar que ese hospital era tenido como uno de los mejor conducidos, lo que se afirmaba en cero protestas de su personal y aparente satisfacción de la gente. Pero la descripción del panorama que hace la presidenta del Colegio Médico Dominicano (CMD), Amarilis Herrera, y Rafael de los Santos, secretario de Finanzas del
gremio, es como para morirse de espanto. Cuando vemos como hablan del deterioro de la planta física, de la falta de equipos, medicamentos, material gastable, ventiladores, camas, camillas, monitores, bandejas, ropa quirúrgica, y en adición, un clima de inseguridad espeluznante, al extremo de que pandilleros atracan a los médicos residentes, les arrebatan impunemente sus anillos de graduación, los golpean; roban los carros de quienes acuden allí, computadoras portátiles, carteras y obviamente, dinero.
Afuera, un depósito de basura que no es retirada con la regularidad debida y se convierte en un vertedero, inconcebible, al lado de un centro de salud, lo que constituye una fuente de enfermedades.
Eso es una pena, porque la información con que contaban los medios es que el Darío Contreras era un centro de salud bien llevado por su director, Héctor Quezada, un profesional conocido por su corrección,
trato cortés y capacidad de trabajo.
Ese hospital, por las declaraciones de los dirigentes gremiales y las descripciones de los periodistas, es una vergüenza. Los médicos piden al Presidente de la República que pase por allá. Ayer acudió el viceministro de la red hospitalaria, en lo que se entiende como una visita rutinaria y el ministro lo anunció como un “acontecimiento”. El propio ministro debía acudir para constatar. Lo mismo debe hacer el presidente Danilo Medina, que recorre el país confrontando realidades, incluso, donde no lo esperan. En el Darío Contreras hay problemas y lo llaman, debe acudir, o disponer acciones correctivas.
