Cubs están a punto de naufragar; Indios podrían ser campeones en Chicago

CHICAGO— Wrigley Field puede ser el escenario del festejo de un campeonato el domingo, pero no es el que los Cachorros de Chicago y sus fieles fanáticos anhelan con fervor.

CHICAGO— Wrigley Field puede ser el escenario del festejo de un campeonato el domingo, pero no es el que los Cachorros de Chicago y sus fieles fanáticos anhelan con fervor.

Líderes de las mayores con 103 victorias en la campaña regular, el margen de error de los Cachorros es nulo. No pueden perder otro juego. Caso contrario, su sequía sin un campeonato de la Serie Mundial, que se remonta a 1908, continuará.

Los Cachorros volvieron a ser maniatado por Corey Kluber el sábado. Tampoco tuvieron la clase de salida dominante que esperaban de su abridor John Lackey.

Añadan un par de errores del tercera base Kris Bryant y el resultado fue una derrota 7-2 ante los Indios de Cleveland en el cuarto juego del Clásico de Otoño.

Están abajo 3-1. Tendrán que jugárselo todo el domingo, cuando su as Jon Lester subirá al montículo.

«Hay que ganar mañana», señaló el primera base Anthony Rizzo. «No hay otra opción».

Apenas seis equipos han logrado revertir un 3-1 en contra para coronarse campeones de las Serie Mundial. El último que pudo voltear semejante déficit fue Kansas City en 1985. Los Cachorros no habían anticipado estar metidos en semejante hoyo. Mucho menos sus fanáticos, que han atestado Wrigley Field y sus bares adyacentes.

Las calles que rodean el icónico estadio estaban teñidas de azul desde el mediodía, tal como y ocurrió previo al tercero juego. Pero todo el entusiasmo y euforia por la primera intervención de los Cachorros en una Serie Mundial desde 1945 ha dado paso a consternación tras dos duras derrotas.

Cuando Javier Báez falló con un rodado ante el relevista Dan Otero para el último out, el silencio se apoderó de Wrigley, luego que el parque con 102 años de existencia había sido una caldera.

Los Cachorros no han ganado un juego de Serie Mundial en casa desde que vencieron a Detroit en el sexto partido de la edición de 1945. Perdieron el siguiente en Wriglet ante los Tigres y la historia subsiguiente ha estado marcada por maldiciones y decepciones.

«Es solo cuestión de recuperar la confianza en lo que hacemos a la ofensiva», dijo el manager Joe Maddon, cuyo equipo batea para .204 en la serie. «Es lo que no necesitamos ahora. Es lo principal cuando no estás bateando como se debe, cuesta tener las buenas sensaciones que nos permitan encaminarnos por el sendero correcto. Hay que seguir positivo. Es difícil, especialmente en este momento del año. Necesitamos una epifanía a la ofensiva que nos ponga en el sendero correcto».

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