De Constanza para el merengue

Cada vez es más difícil hacer una proyección en la carrera de un novel cantante. Ni los “zorros” del entretenimiento parecen descifrar los códigos de una industria discográfica que tiene un horno que, al parecer, “no está para galletitas”.&#

Cada vez es más difícil hacer una proyección en la carrera de un novel cantante. Ni los “zorros” del entretenimiento parecen descifrar los códigos de una industria discográfica que tiene un horno que, al parecer, “no está para galletitas”. Cada año surgen nuevas figuras que apenas logran disfrutar la atención que les brinda la prensa en su debut, y como por arte de magia ni por los centros espiritistas se les ve en el resto de sus vidas. Muchos ejemplos hay, en los que ha quedado evidenciado que triunfar está muy por encima del talento vocal que tenga un artista y del dinero que se le invierta al proyecto musical.

Soy muy cauteloso al hacer previsiones en ese sentido. Pero sería injusto no resaltar a una joven figura que me ha llamado poderosamente la atención por su impresionante desarrollo, y a quien estoy siguiendo desde su primera actuación en Puerto Plata, en el marco del “Megamerengue Word Tuor”, en febrero de este año. Ella es Steffany Constanza.

Desde entonces se ha erigido como un valioso relevo en el merengue. La joven tiene ese “melao” necesario que le da la firmeza en el escenario a cualquier artista que busca conquistar a su público. Tiene voz y talento, pero más que todo, detrás de Constanza hay un elemento que avala su futuro y del que pocos en la música pueden hacer alarde, que es un “supermega estratega” como lo es Luis Medrano.

Ahí se paran las aguas. Pocos como Luis conocen al dedillo la intríngulis y los movimientos en este desafiante negocio. Sus logros hablan por sí solos, no solo en el montaje de importantes eventos, sino también en el éxito que hoy disfrutan merengueros, bachateros, boleristas, salseros, urbanos y hasta relevantes figuras de la TV.

En esta oportunidad, Luis Medrano ha ido puliendo este diamante que es Steffany Constanza, porque sabe del valor de este talento para la música. Ha recorrido con su estrella más de 50 conciertos en siete meses, entrando en contacto directo con el pueblo llano, mostrando la vocación, el destino y su misión en el merengue. Con su sencillo “Como una loba”, que marca su debut oficial en estos días, comienza su gran despegue. Desde aquí auguramos su éxito, por ella y por el bien del merengue.

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