¿Conoces Bávaro? Apuesto a que no

Hay lugares a los que vas cientos de veces y crees conocerlos hasta con los ojos cerrados. Me atrevo a ir más lejos, cuando te hablan de un viaje hacia allá eres capaz de decir “¿otra vez? Ya estoy cansado de ir al mismo sitio”. Eso pasa con…

Hay lugares a los que vas cientos de veces y crees conocerlos hasta con los ojos cerrados. Me atrevo a ir más lejos, cuando te hablan de un viaje hacia allá eres capaz de decir “¿otra vez? Ya estoy cansado de ir al mismo sitio”. Eso pasa con Bávaro y Punta Cana, crees que los conoces y hasta tuerces la boca cuando te hablan de gastar gasolina con ese destino.

Pero así como nunca terminas de conocer a las personas, ni que te pases toda una vida con ellas bajo el mismo techo, te puede pasar lo mismo con este polo turístico. Ya no se trata de el robótico “todo incluido” al que estuvimos acostumbrados y tal vez muchos adoren todavía. Hablo de vivir este destino lleno de actividades tan diversas como premios en los “chuflais” y tan entretenidas como en los 90 nos parecía el matar patitos con las pistolas del Nintendo.

Eso sí, te advierto algo, el mayor efecto secundario de este texto es la ansiedad que generará en ti GPS en tus manos para que identifiques cada una de las paradas.

Cueva Ron Mi Amor

Sé que te estarás preguntando de qué se trata esto, pienses lo que pienses te aclararé que no se trata de una caverna donde te embriagas y terminas enganchado de alguien, hayas o no llevado pareja. Nada que ver bajos instintos. El nombre en realidad es la marca del destilado que se fabrica en la Factoría de Ron Pirata, a unos cinco minutos de la zona hotelera de Bávaro.  

Totalmente artesanal, cuando llegas crees que lo has hecho a un taller de arte en lugar de una fábrica de alcohol, esto es parte de su sello. Sus botellas dejan a un lado la transparencia y se vuelven lienzos que dejan en evidencia los colores del Caribe. No es lo único tropical en esta factoría, sus rones lo son en su totalidad.

En la mesa siempre está dispuesto el brindis para los visitantes, y puedes probar todos los que quieras. Para esto utilizan frutos naturales del país y lo puedes constatar a través de las botellas dispuestas para la exhibición. Su variedad incluye de café, leche de coco, coco, chinola, guineo, piña, entre otros.

Al lado, como parte de ellos, está la cueva Mundo Taíno, que data de millones de años, con una caída de agua dentro de la misma, con formaciones rocosas increíbles. Sientes que de verdad estás bajo tierra, cuando te tropiezas con las raíces de los árboles que ofrecen sombra en la superficie, y que allí parecen columnas naturales que atraviesan la corteza terrestre en busca de agua. Es fascinante y está muy bien ambientada, con luces y algunas réplicas de semíes, chozas e indígenas.

Contacto: 809-466-1102 Costo: Gratis.

Laguna Bávaro

Si tienes problemas de comunicación con tu pareja, tus hijos, tu jefe, tus padres o hasta con una amiga, no gastes dinero en horas y horas sentado contándole tu vida a un psicólogo, te tengo algo más divertido y súper efectivo. Recorrer los tres kilómetros habilitados de la Laguna Bávaro en kayak.

Aunque no lo creas, esta aventura se convierte en una verdadera terapia de pareja o comunicacional. Cuando te veas en medio de tanta agua e intentes remar por tu cuenta, sin llegar a ningún lado, después de vocear como loco, decirle a tu compañero hasta del mal que se va a morir y de hacer la malcriadeza de decir que no remarás nada, te darás cuenta que la única salida viable será llegar a un acuerdo.

Eso es lo que te permite este sendero, en el que se han registrado 223 especies de plantas nativas  y endémicas, entre ellas cuatro tipos de manglares (manglar seco que rodea a la laguna, además los negro, blanco y rojo),  86 especies de aves, de las cuales ocho son endémicas; cinco especies de anfibios, once especies de reptiles y varias especies de peces de agua dulce. También destaca la presencia del pez endémico Cyprinodon Higüey, único de la laguna de Bávaro.

Contacto: Juan Carlos Sánchez: [email protected] Costo: 50 dólares o su equivalente en pesos.

Hoyo Azul

Se los voy a jurar, pueden escribir su nombre en Google, verlo en Youtube, que te lo cuenten, pero absolutamente nada se va a comparar con la experiencia de ver ese azul a través de tus propios ojos, mejor aún, de sentirlo en tu piel.

La aventura, nada riesgosa, de darte un chapuzón en esta maravilla de la naturaleza es casi indescriptible, podrías pasarte todo el día allí y abordar el vehículo extrañándola. Las imágenes mienten, se quedan cortas, el hoyo en sí es mucho más que lo que la cámara puede atrapar.  Sales lleno de vida, totalmente nuevo.

Para llegar hasta él hay varias formas. Puedes caminar, 15 minutos, por un sendero ecológico a través del bosque, riscos, profundas grietas y cavernas formadas por desprendimientos de rocas y erosiones naturales  de miles de años. También en Scape2 Cap Cana puedes encontrar bicicletas, carritos de golf o buggies para este recorrido.

El color característico, azul, se debe a la acumulación de sedimentos minerales y orgánicos que se acumularon en el fondo durante miles de años. Este espejo de agua se abastece de las capas freáticas, desde donde aflora una corriente de agua permanentemente y que pertenece al sistema hídrico subterráneo que posee Cap Cana.

Contacto:  809-469-7484/[email protected]   Costo: US$20.00 por hora, niños menores de 12 años pagan US$14.

DÓNDE QUEDARTE

Nada mejor para disfrutar de Bávaro sin estar encerrado en un gran complejo, que alejarte de él hasta para dormir. Hay demasiado por hacer y conocer en este destino como para pasártela de la piscina al bar y de ahí al restaurante, para finalmente deshuesarte en la disco e ir a acostarte. Para eso lo primero es quedarte en un hotel boutique, donde el servicio es personalizado y hay pocos huéspedes.

Por eso te recomiendo el Hotel Merengue, ubicado en El Cortecito. Cuenta con 24 habitaciones estándar y seis Junior Suites divididas en tres pisos. Dispone de piscina con bar, jacuzzi, restaurante y terraza-bar con pantallas.

Pero realmente nada de eso se compara con las atenciones de su gerente Braulio, que poco le falta para subirte cargado a las habitaciones. A eso se suma el consentimiento de Andrés, el chef que más bien parece una madre apoyadora. Todo el personal te hace sentir como familia, como si toda la vida hubieras vivido allí, están ahí cuando llegas de tus aventuras y te preguntan qué tal te fue y cuál es el próximo punto, lo mejor es que tienen tiempo para escuchar tus relatos y hasta sugerirte otros puntos.

Contacto: 809-552-9992/93 Costo: habitación para dos personas, con desayuno incluido US$60 y Junior Suite US$75.

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