Con el reto de la fama, hijos buscan alcanzar el éxito de sus padres

Puede que en sus inicios, hijos de artistas que siguen los pasos de sus padres, se beneficien del camino que ya estos recorrieron y logren insertarse…

Con el reto de la fama, hijos buscan alcanzar el éxito de sus padres

Puede que en sus inicios, hijos de artistas que siguen los pasos de sus padres, se beneficien del camino que ya estos recorrieron y logren insertarse…

Puede que en sus inicios, hijos de artistas que siguen los pasos de sus padres, se beneficien del camino que ya estos recorrieron y logren insertarse con más facilidad en el mercado. Seducidos por el encanto de la fama, unos, o porque llevan el arte en la sangre, otros, en la música se han registrado ejemplos de herederos aventajados que tuvieron mucho éxito: Cuco Valoy lanzó a Ramón Orlando, Johnny Ventura cabalgó junto a Jandy y Los Potros, Chery Jiménez impulsó a Cherito.

Mientras veían a sus padres conquistar el cariño de la gente con sus canciones, algunos de la generación más reciente pasaron a integrar las orquestas de sus padres, donde recibieron una oportunidad de oro. Rafely, hijo de Rafa, fue acogido por Los Hermanos Rosario, Alina entró tímidamente en la alineación de coros de Wilfrido Vargas y, con menos reconocimiento público, Mínimo franqueó a Toño Rosario, mientras que Yordi se sintió respaldado en el grupo del bachatero Anthony Santos.

Una segunda oportunidad se dará en estos días Rafely, quien finalmente logró la bendición de su progenitor, y de sus tíos Tony y Luis. En una nueva etapa, el intérprete de “Te presumo” hace poco hizo un relanzamiento de su orquesta, y de inmediato puso en la radio “Cuando nacen amores”, un tema que ha ido ganando terreno en la radio.

Cuando de hijo a padre se trata, el punto de comparación se hace inevitable y este es un aspecto negativo para los herederos musicales, según Joel Henríquez, director de Supra FM (101.7 FM). “El público suele comparar a uno con el otro, en algunos casos los proyectos que surgen con hijos de artistas existe la percepción de que trascienden por esa peculiaridad, no porque el mismo tenga talento”, dijo Henríquez ayer a elCaribe.

Música, pero diferente

Marcar distancia de su padre, en términos musicales, fue una decisión que tomó Mínimo, hijo de Toño Rosario, cuando hace poco más de tres años armó un grupo de merengue típico, una determinación que favorece al artista.

“Asumiendo el típico como estilo, para diferenciarse del merengue tradicional que interpreta su padre Toño, Mínimo marcó territorio y salió al ruedo pensando en conquistar a un público diferente al que seguía a su progenitor. De todas maneras, el artista debe dominar el género que elija y saber que tiene carisma y posibilidades interpretando esa música”, explicó Joel Henríquez.

Rafely Rosario considera que venir de una familia de artistas, con una orquesta con más de 30 años de trayectoria, respetada y admirada por el pueblo como lo es Los Hermanos Rosario, suma en buena medida a un proyecto nuevo. “Me crié escuchando y viendo a Los Rosario cantando, siempre quise ser artista. Desde un principio me gustó la música, pero no sabía que podía cantar hasta que un día me dieron la oportunidad. En el grupo, pude proyectarme, porque aspiraba a tener mi propia agrupación y la gente llegó a identificarme de manera independiente por mis canciones”, comentó.

“El tiempo que duré en la orquesta me ayudó mucho, pero es el tiempo  y el público que te dirán si tomaste la decisión correcta cuando te independizas. En esta segunda etapa, lo mejor que me ha pasado es que Los Rosario están detrás de mí, con un equipo fabuloso y un nuevo tema, ‘Cuando nacen amores’, que ya es un éxito en la radio”, indicó el artista.

Entre padre e hijo una generación va dejando el espacio para que corra la sangre nueva que representó Alina, hija de Wilfrido Vargas, cuando ésta recibió el empuje de El Beduino para grabar una producción contando con la plataforma de su inigualable orquesta. En el 2001, el intérprete de “El africano” publicó Dos generaciones, el álbum con el que introdujo a su hija, interpretando temas como “Se levanta Nueva York”, “Ay ombe” y “Que se mueran los feos”, el más popular de su repertorio.

A diferencia de Alina, Rafely y Mínimo, Anthony Santos motivó a su hijo Yordi para que aprendiera a tocar la guitarra y acogerlo en la alineación de su agrupación bachatera. Yordi amagó con un grupo que, por lo menos en Santo Domingo, no tuvo trascendencia. Aún cuando estos jóvenes artistas tienen aptitudes musicales y encuentran la mano amiga en sus padres, tienen que remar contracorriente, en un mercado donde el relevo debe demostrar algo más que talento.

El intento

En el 2009, Mínimo creó un grupo típico que tuvo poca incidencia, y poco después regresó a la orquesta de Toño, su papá.

Palabra

Ante la irregularidad en los escenarios de Wilfrido Vargas, Alina amagó con una orquesta que pudo ser y no fue.

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Puede que en sus inicios, hijos de artistas que siguen los pasos de sus padres, se beneficien del camino que ya estos recorrieron y logren insertarse con más facilidad en el mercado. Seducidos por el encanto de la fama, unos, o porque llevan el arte en la sangre, otros, en la música se han registrado ejemplos de herederos aventajados que tuvieron mucho éxito: Cuco Valoy lanzó a Ramón Orlando, Johnny Ventura cabalgó junto a Jandy y Los Potros, Chery Jiménez impulsó a Cherito.

Mientras veían a sus padres conquistar el cariño de la gente con sus canciones, algunos de la generación más reciente pasaron a integrar las orquestas de sus padres, donde recibieron una oportunidad de oro. Rafely, hijo de Rafa, fue acogido por Los Hermanos Rosario, Alina entró tímidamente en la alineación de coros de Wilfrido Vargas y, con menos reconocimiento público, Mínimo franqueó a Toño Rosario, mientras que Yordi se sintió respaldado en el grupo del bachatero Anthony Santos.

Una segunda oportunidad se dará en estos días Rafely, quien finalmente logró la bendición de su progenitor, y de sus tíos Tony y Luis. En una nueva etapa, el intérprete de “Te presumo” hace poco hizo un relanzamiento de su orquesta, y de inmediato puso en la radio “Cuando nacen amores”, un tema que ha ido ganando terreno en la radio.

Cuando de hijo a padre se trata, el punto de comparación se hace inevitable y este es un aspecto negativo para los herederos musicales, según Joel Henríquez, director de Supra FM (101.7 FM). “El público suele comparar a uno con el otro, en algunos casos los proyectos que surgen con hijos de artistas existe la percepción de que trascienden por esa peculiaridad, no porque el mismo tenga talento”, dijo Henríquez ayer a elCaribe.

Música, pero diferente

Marcar distancia de su padre, en términos musicales, fue una decisión que tomó Mínimo, hijo de Toño Rosario, cuando hace poco más de tres años armó un grupo de merengue típico, una determinación que favorece al artista.

“Asumiendo el típico como estilo, para diferenciarse del merengue tradicional que interpreta su padre Toño, Mínimo marcó territorio y salió al ruedo pensando en conquistar a un público diferente al que seguía a su progenitor. De todas maneras, el artista debe dominar el género que elija y saber que tiene carisma y posibilidades interpretando esa música”, explicó Joel Henríquez.

Rafely Rosario considera que venir de una familia de artistas, con una orquesta con más de 30 años de trayectoria, respetada y admirada por el pueblo como lo es Los Hermanos Rosario, suma en buena medida a un proyecto nuevo. “Me crié escuchando y viendo a Los Rosario cantando, siempre quise ser artista. Desde un principio me gustó la música, pero no sabía que podía cantar hasta que un día me dieron la oportunidad. En el grupo, pude proyectarme, porque aspiraba a tener mi propia agrupación y la gente llegó a identificarme de manera independiente por mis canciones”, comentó.

“El tiempo que duré en la orquesta me ayudó mucho, pero es el tiempo  y el público que te dirán si tomaste la decisión correcta cuando te independizas. En esta segunda etapa, lo mejor que me ha pasado es que Los Rosario están detrás de mí, con un equipo fabuloso y un nuevo tema, ‘Cuando nacen amores’, que ya es un éxito en la radio”, indicó el artista.

Entre padre e hijo una generación va dejando el espacio para que corra la sangre nueva que representó Alina, hija de Wilfrido Vargas, cuando ésta recibió el empuje de El Beduino para grabar una producción contando con la plataforma de su inigualable orquesta. En el 2001, el intérprete de “El africano” publicó Dos generaciones, el álbum con el que introdujo a su hija, interpretando temas como “Se levanta Nueva York”, “Ay ombe” y “Que se mueran los feos”, el más popular de su repertorio.

A diferencia de Alina, Rafely y Mínimo, Anthony Santos motivó a su hijo Yordi para que aprendiera a tocar la guitarra y acogerlo en la alineación de su agrupación bachatera. Yordi amagó con un grupo que, por lo menos en Santo Domingo, no tuvo trascendencia. Aún cuando estos jóvenes artistas tienen aptitudes musicales y encuentran la mano amiga en sus padres, tienen que remar contracorriente, en un mercado donde el relevo debe demostrar algo más que talento.

El intento
En el 2009, Mínimo creó un grupo típico que tuvo poca incidencia, y poco después regresó a la orquesta de Toño, su papá.

Palabra
Ante la irregularidad en los escenarios de Wilfrido Vargas, Alina amagó con una orquesta que pudo ser y no fue.

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