Las altas temperaturas y los rayos solares pueden causar estragos en la piel. Para cuidarte, procura hidratarte y proteger tu piel.Se aproxima el verano, por lo que es de vital importancia ingerir mucha agua para mantenernos hidratados. También es necesario tomar medidas para proteger el órgano más grande de nuestro organismo: la piel.
Y es que cuando inicia la temporada de calor, tanto mujeres como hombres quieren lucir un bronceado perfecto. Sin embargo, para conseguirlo, no se trata solamente de tirarse “boca arriba” al sol, sino de implementar una serie de cuidados previos y posteriores a la toma de sol, como son una buena alimentación y el uso de protectores solares adecuados para proteger la piel de los rayos ultravioletas.
Según recomendaciones de los dermatólogos, cada bloqueador debe tener el mayor factor de protección contra el sol. Este deberá ser aplicado cada tres o cuatro horas sobre las partes del cuerpo expuestas. También existen nuevas fórmulas de protectores solares que agregan productos antioxidantes que benefician al cutis.
En cuanto a los bloqueadores en spray, los especialistas sostienen que estos productos son útiles, pues son de fácil aplicación y se pueden esparcir de forma rápida. Por otro lado, existen los protectores en gel, que son recomendables para las personas con piel grasa. Saber cómo aplicarse el bloqueador y la cantidad necesaria en el cuerpo siempre ha sido difícil de determinar. Para que tengas una idea, toma como medida referencial la cantidad equivalente a una cucharadita para el protector en el rostro de una persona adulta. Mientras que en los brazos y piernas se tomaría como base una cuchara.
Luego de la exposición al sol, la piel requiere un cuidado específico para recuperar su humedad, su elasticidad y su equilibrio, previniendo el fotoenvejecimiento. Por eso, después que la piel ha sido expuesta al sol y al salitre del mar es necesario realizar una hidratación profunda con una emulsión liviana y fresca. Es recomendable evitar las cremas muy perfumadas y elegir productos hipoalergénicos prescriptos dermatológicamente. Si se desea utilizar un producto natural para evitar que se descame la piel, puede recurrirse a una planta como el aloe vera, que refresca, humedece y no presenta contraindicaciones. Siguiendo estos consejos, antes, durante y después de la exposición solar, evitaremos las molestias propias de las quemaduras del sol y obtendremos el anhelado bronceado saludable que nos proporciona la imagen de unas relajadas vacaciones en la playa.
La hidratación es vital en esta época
En cualquier época del año es importante la hidratación, pero más aún en el verano, por lo que debes procurar utilizar cremas hidratantes adecuadas a tu tipo de piel y tomar mucha agua. Esto ayudará a que tu piel tenga la elasticidad y nutrición necesarias para regenerarse si tiene que exponerse al sol. También es importante que la exposición al sol sea gradual, para no alterar la piel repentinamente y evitar que te sofoques por el calor.
