Introducción

Al hacerme una entrevista sobre Don Manuel Arsenio Ureña, un periodista me preguntó: ¿Qué definición daría usted de él? Me tomó de sorpresa. Pero mi mente y mis recuerdos se activaron y rápidamente le dije: -Cinco. Para su entrevista, que debía durar sólo un minuto, apenas le pude dar una sola definición.  Muy breve, por cierto. Pero aquí están las cinco. A ese periodista, pues, agradezco el esquema de este ensayo. Ojalá tenga usted tiempo de leerlo. Ahora, en esta primera entrega, le ofrezco solo tres de esas definiciones.

1. UN HOMBRE DE VALORES

La palabra “valores” estaba a flor de labios en Don Arsenio. Ella saltaba en seguida a la vista en los encuentros con él.  Dos conferencias magistrales suyas, que fueron recogidas en un libro titulado “El pensamiento de un líder empresarial y familiar”, son una prueba clara de esta afirmación.

Ya en el primer párrafo de “Familia, economía y herencia”  dice taxativamente:  “Necesitamos más que nunca recurrir a los valores espirituales para enderezar el rumbo y seguir construyendo una sociedad basada en la justicia, en la eficiencia y en el amor cristiano”.

Si yo tuviera oportunidad de dar un curso-taller, teniendo como base  dicha conferencia magistral, pondría este ejercicio: -“Personalmente, en familia o un grupo, haga un listado de los valores recogidos por Don Arsenio en ella”.

 Facilitaría el trabajo, trayendo estos diez, extraídos al azar en la misma: los tres ya citados (justicia, eficiencia y amor cristiano) y estos otros siete: responsabilidad, honestidad,  el amor al trabajo, la austeridad, el sentido de compartir con el prójimo, la disciplina y espíritu de servicio.

En verdad Don Arsenio, como maestro, da enseñanzas sobre valores; y como testigo de ellos, muestra el ejemplo de cómo trató de ponerlos en práctica. Realmente se le puede definir como un “hombre de valores”. O si se quiere: buscó mantener encendida a lo largo de su vida “la lámpara de sus principios o valores”; o como él decía “la antorcha”, que, además, por otra parte, dio pasos para “pasar la antorcha a la próxima generación”.

2. UN HOMBRE FUNDADOR DE UNA FAMILIA EMPRESA

Quien conoció a Don Arsenio o lee sus conferencias sabe muy bien que otra de las palabras suyas clave, que estaban también a flor de labios, era “la familia”.  Para él era misión y tarea, estímulo para vivir y deber de cara a la sociedad, porque de acuerdo a su pensar “según vaya la familia así irá la Patria”.
A este respecto es sumamente interesante que nos haya ofrecido en su disertación “Familia, economía y empresa”, en la última parte de la misma,  “la visión de la familia”, que tenían Doña Camelia y él. Allí afirma que, para la misma, los marcó la Carta de los Derechos de la Familia, publicada en 1983 por el Pontificio Consejo para la Familia. Ya antes, en la misma conferencia magistral, había dado testimonio de que habían transmitido a sus hijos los valores familiares, que ambos habían recibido a su vez de sus padres.  Visión cristiana, visión recibida de los antepasados definen la visión de familia de Camelia y Arsenio.

Otro buen ejercicio, pues, sería detectar y enumerar los puntos fuertes de la visión y valores que enmarcan la vida familiar de los esposos Arsenio y Camelia.
Dentro de ese conjunto, sin embargo, quiero destacar un punto clave en la visión de familia de esta pareja, que no siempre aparece de manera explícita y consciente ni trabajada sistemáticamente en el seno familiar, como ellos lo hicieron.

Se trata del concepto “familia empresa”.  Arsenio y Camelia se propusieron levantar una familia, con todo lo propio de una familia, pero con un valor agregado: formar la familia para que toda ella fuera una empresa.

A este propósito un criterio muy definido en esta pareja y según el cual buscaron educar a sus hijos fue éste:

“Los que tenían vocación para manejar la empresa se prepararon para eso en nuestras universidades.  Toda la familia es accionista en igualdad de condiciones y los que trabajan de gerentes tienen su remuneración aparte como cualquier particular”.

Normalmente se habla de crear una “empresa  familiar”.  Don Arsenio también usa esa expresión.  Pero introduce la expresión  “familia empresa”; y esta otra, “empresa familiar”.

Invito, pues, a todos los interesados en crear una “empresa familiar”, a  descubrir en Don Arsenio, junto a su Camelia, cuáles son sus enseñanzas  con miras a fundar “una familia empresa” y los pasos que dieron  para alcanzar esa meta.

3. UN HOMBRE CON EL OFICIO DE SER EMPRESARIO EXITOSO
La primera definición, la más rápida y la espontánea, que se suele dar de Don Arsenio es una de estas: “Fue un líder empresarial”; “Fue un empresario exitoso”.  En realidad lo fue. Sin embargo, se corre el peligro de reducir su personalidad a esos únicos aspectos de un empresario, como también el reducir el éxito sólo a la producción y acumulación de dinero.

Su éxito empresarial, a partir de cero, ciertamente impacta.  Pero, sin lugar a dudas, cuando se conoce su visión de una empresa y sus otros éxitos, unidos a la producción de dinero, entonces, el impacto es mayor y se descubre en él  no sólo el hombre exitoso, sino un hombre fuera de serie.

Invito, a hacer este otro ejercicio: estudiar la visión de empresa de Don Arsenio Ureña, con todos los componentes que la integran.  Creo que sirve de modelo para cualquier empresa  o empresario.

Sin querer hacer un estudio exhaustivo, permítanme destacar los siguientes aspectos, como puntos motivadores para descubrir los otros, esparcidos a lo largo de la publicación que usted tiene en sus manos:

-“Para nosotros una empresa es en primer lugar un patrimonio de la sociedad”.
-“La empresa crea riquezas que fortalecen la economía de un país”,  “crea empleos que son medios de vida para tantas familias”, “paga impuestos para proveer bienes y servicios públicos”, “es patrimonio de la sociedad, si cumple su responsabilidad social”.
-“La empresa permite mantener y educar a los hijos y capitalizarlos para que puedan seguir adelante”.
-“Toda empresa ha de contribuir con el mejoramiento social, económico, medioambiental, educativo, etc. de su entorno”.
-Hemos querido asegurarnos de que el compromiso social de la empresa se institucionalice”. Dentro del marco de esta visión, Don Arsenio afirma que optó por tener “el oficio de empresario”, afirmando que sus empresas debían ser las mejores, distinguiéndose de las demás y ser exitosas.

A propósito de esto último, afirma:

“Desde aquel modesto comienzo de nuestras actividades, aspirábamos a ser empresarios, a ser empresarios exitosos para tener la oportunidad de compartir nuestras riquezas ayudando a los necesitados”.

Y también: “No basta con ser exitoso si el producto del éxito no se comparte con los más necesitados, con los que no han tenido el privilegio que nosotros hemos tenido”.

Personalmente agradezco a Dios el haber conocido y tenido como amigos empresarios que han sido exitosos, produciendo riquezas y con un gran sentido de responsabilidad social de cara a sus familias, sus empleados y los más necesitados.

Debo agregar a esto, sin embargo, que quien mejor ha definido verbalmente esta visión delante de mí ha sido Don Manuel Arsenio Ureña, cuando me dijo:
“Yo quiero producir muchas riquezas en mis empresas para mi bienestar personal, el bien de mi familia, de mis empleados y de los necesitados”.

Y otro día me afirmó escuetamente: “Quiero producir todas las riquezas que pueda, para hacer todas las obras sociales posibles, sin agotar el capital”.

CONCLUSIÓN

CERTIFICO: que mi ensayo “Cinco definiciones de Don Arsenio” aparece como prólogo del libro “El pensamiento de un líder empresarial y familiar”, editado con motivo de la celebración de los 50 años de las Empresas Manuel Arsenio Ureña, S. A., el 13 de octubre 1962-2012.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los 30 días del mes de octubre del año del Señor 2012.

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