Se considera a la caminata aliado de la creatividad, en tanto a lo largo de la historia, muchas buenas ideas surgieron al abrigo de un plácido paseo a pie.
Caminar extrae la mente de las tareas ordinarias, promoviendo condiciones para pensar en otras cosas y hacer mejores asociaciones.
El país parece necesitar actores políticos dispuestos a caminar, si acaso así pudieran reflexionar seriamente sobre su responsabilidad pública.
De los legisladores, imprescindiblemente. Contra su propensión a resolver problemas propios y de seguidores cargando al Estado. La creación loca de demarcaciones administrativas, sus exoneraciones de vehículos de lujo y el barrilito son fórmulas gastadas.
La sociedad exige legisladores más caminadores y así creativos a favor del país.
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