“Que Winnie de Pooh es raro, que los Teletubbies son asexuales, Barney es un indeciso y ni hablar de Bob Esponja”. Estos comentarios son muy comunes en tiempos donde la homosexualidad pasó de ser vista como una enfermedad a una preferencia.
Mientras los psicólogos siguen debatiendo si una exposición a material “homo” puede afectar las preferencias de un infante, los creadores de Plaza Sesamo han dejado claro que ninguno de sus personajes va a «salir del clóset”.
Según la BBC, los creadores afirman que “Ellos siguen siendo títeres y no tienen una orientación sexual”.
Esta reacción ha sido provocada por una petición en internet de un grupo de activistas que afirman que Beto y Enrique deberían casarse, para que de esa manera se impulse la tolerancia hacia los gays.
Casi 7.000 personas han firmado la petición y más de 3.000 se han unido a la página de Facebook Beto y Enrique Se Casan.
Sin embargo, coincidieron que los dos son «caracteres masculinos y poseen muchos rasgos y características humanas». Los dos solteros confirmados han vivido juntos durante 40 años y duermen en el mismo cuarto, aunque en camas individuales.
«Beto y Enrique son grandes amigos», agrega el comunicado de Sesame Workshop. «Fueron creados para enseñar a preescolares que las personas pueden ser buenos amigos con aquellos que son muy diferentes», afirma una parte del comunicado de los creadores de Plaza Sésamo.
La petición de Internet declara: «No estamos pidiendo a Plaza Sésamo que haga nada burdo o que falte al respeto». Y agrega: «Puede hacerse con buen gusto. Permítanos enseñar la tolerancia hacia aquellos que son diferentes».
Plaza Sésamo fue creado por los productores de televisión Joan Ganz Cooney y el psicólogo Lloyd Morrisett en 1969 y ganó enorme popularidad, dirigida por las creaciones del titiretero Jim Henson.
Entre los queridos personajes están Elmo, Lucas, el Monstruo de las Galletas, y Abelardo.
Plaza Sésamo aún es visto en más de 140 países y tiene en promedio unos 120 millones de televidentes en todo el mundo.
En su aniversario 40, Carol-Lynn Parente, productora ejecutiva del programa, dijo a la BBC que las lecciones no han cambiado mucho, pero el ritmo del programa sí se ha agilizado para mantener el compás acelerado de la vida moderna.