«Trucos» de las dominicanas para lucir bellas y con cuerpos esculturales

A su paso, la hermosura y las voluptuosas figuras de las mujeres dominicanas no pasan desapercibidas. Son mujeres que, aunque no han pasado por las manos de un cirujano plástico, ni nacieron bien dotadas precisamente, gracias a las “ayudaditas”&#8230

A su paso, la hermosura y las voluptuosas figuras de las mujeres dominicanas no pasan desapercibidas. Son mujeres que, aunque no han pasado por las manos de un cirujano plástico, ni nacieron bien dotadas precisamente, gracias a las “ayudaditas” que les brinda la actual industria de la moda, logran lucir llamativas, convirtiéndose en el objeto del deseo de muchos hombres y en la envidia de unas que otras féminas.

Son las llamadas “mujeres artificiales”, debido a que nada de lo que adorna su cuerpo es realmente suyo. Desde cabellos, senos, uñas, color de ojos y nalgas… todo es puesto, y a un costo relativamente barato.

El caso más común son las largas extensiones de pelo, que hacen lucir a la mujer con una cabellera saludable y abundante; les siguen las largas uñas postizas, pintadas normalmente de colores llamativos, y que dan la impresión de que solo son utilizadas para acariciar y no para hacer ningún trabajo doméstico. Otro recurso muy utilizado por esta nueva generación de mujeres lo es cambiar el color de sus ojos. Un día son azules, otro color ámbar y así, según el “look” que deseen llevar. Los senos son otro de los trucos con que estas mujeres enloquecen a los hombres, pues no importa el pequeño tamaño que tengan ni que la gravedad haya hecho su trabajo y estén un poco caídos, éstos logran ponerse en “posición de atención” con los famosos brasieres “push up”, que no son los llamados realzadores, pues logran levantar todo y mostrar un escote “muy generoso”.

También están las pestañas postizas, los bronceadores y cremas especiales que, además de lograr el color perfecto, logran cubrir manchas y hasta las estrías, esas cicatrices que salen en el cuerpo producto del embarazo y los cambios bruscos de peso.

Pero el truco más reciente, además del uso de las famosas fajas modeladoras (las cuales les hacen una cintura de avispa a cualquier mujer), es el uso de los panties con nalgas. Con ellos, las mujeres que tienen pocas “posaderas” o como se dice en buen dominicano, “son chatas”, tienen su problema resuelto, pues solo tienen que escoger a la medida de su cuerpo y por arte de magia ahí está el cuerpo perfecto para lucir esos entallados jeans o ese ajustado vestido que tanto desea para impresionar. Se dice, además, que ya hay a la venta pantalones con almohadillas en la parte inferior para simular que se poseen unas torneadas y hermosas piernas.

¿Esclavas del mercado?

Pero, ¿qué lleva a una mujer a mostrarse ante los demás como ella no es, a sabiendas de que ese engaño no durará y que en cualquier momento tendrá que mostrar su anatomía, tal cual es?

Para el psicólogo Ramón Emilio Almánzar Montás, la conducta de estas mujeres es producto de una sociedad comercializada, que le ha vendido un ideal de belleza “totalmente artificial”.

“Todo esto va ligado a una necesidad creada por la sociedad y las empresas que trabajan con todos esos productos, que se han enfocado en hacerles creer cosas a las mujeres, porque les gusta estar bellas”, aduce y explica que los estándares exigidos en la actualidad no son propios del cuerpo de una mujer.

Agrega que los trucos que utilizan muchas mujeres para verse como no son en realidad, es un “negocio que ha sido y es muy lucrativo”.

Almánzar Montás advierte sobre los daños psicológicos que puede acarrear esta práctica, que en muchos de los casos se puede perder la identidad propia, dejando la mujer de ser ella misma, para convertirse en un producto.

“Es una carrera acelerada que genera estrés y en algunos casos un problema de identidad crónico, porque muchas se pierden en el camino, dejando de ser quienes realmente son, convirtiéndose en algo totalmente producido”, detalla.

Los hombre las prefieren voluptuosas

“Tengo años usando extensiones de pelo, pestañas postizas y ahora uso panties con nalgas y fajas. ¿Qué porqué lo hago?, pues para lucir mejor, y siendo realistas los hombres siempre se fijan en las mujeres que están más buenas”, relata una joven cuestionada sobre el particular, cuya identidad elCaribe se reserva.

Ante la pregunta de qué pasa cuando la persona con las que se relaciona se dan cuenta que no es dueña de ese “cuerpazo” que luce, contesta: “Nada, para ese tiempo uno ya tiene la forma de tener a ese hombre o lo que uno desea asegurado”.

Son muchas las artistas y mujeres comunes y corrientes que han dejado mechones de extensiones en los lugares que se encuentran, pasando así una “vergüenza”. Asimismo, también el viento les ha jugado una mala pasada y ha mostrado en el momento menos oportuno esa faja color “nude” usada para moldear el cuerpo.

“En una ocasión que estaba junto a una chica en la sala de espera del Consulado de Estados Unidos , a ella se le cayó un lente de contacto y luego de mucha lucha logró ponérselo, lo que le provocó irritación en la vista, pues tuvo que usar agua normal como lubricante. Lo peor del caso es que ella los llevaba por razones estéticas y me dijo que no se los quitaba, que mejor aguantaba la molestia”, señala una joven consultada sobre el particular, quien dijo no estar de acuerdo con esos recursos.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas