Aquí, nosotros

Hace años leí la historia de una oruga que no quería llegar a ser mariposa. Trató de buscar identidad con muchísimas cosas, intentando así, cambiar su origen y su verdadera esencia para la cual estaba diseñada.Todos nosotros pasamos…

Hace años leí la historia de una oruga que no quería llegar a ser mariposa. Trató de buscar identidad con muchísimas cosas, intentando así, cambiar su origen y su verdadera esencia para la cual estaba diseñada.

Todos nosotros pasamos por una etapa de nuestra vida en la que tratamos de encontrar nuestra verdadera identidad, y durante esa etapa es posible que tratemos de identificarnos hasta con un personaje ficticio o imaginario. Suelo repetir cómo hemos ido perdiendo nuestras costumbres a través de la transculturación y venta de ideas de cómo debemos ser, qué nos debe gustar y hasta qué debemos comer.

Quiero hacer notar una lista de cambios que sutilmente han ido desplazando las cosas verdaderamente nuestras, por otras que nada tienen que ver con nosotros. En lo concerniente a comidas, cada día hay mayor proliferación de platos procedentes de lugares con climas y costumbres muy distintos, como por ejemplo, comidas crudas, como sushi; bebidas para climas fríos y un sinnúmero de cosas ajenas a nuestra cultura. Nos imponen fechas de celebraciones festivas, como Halloween, de lo que se ha hecho una actividad nacional de algo que no es más que una noche de brujas, en honor a la cual encontramos: calabazas con anticipación, colegios decorados con este estilo, restaurantes, etc.

Sin embargo, en las fiestas patrias, donde en cada hogar se levantaba una bandera, en su mayoría sólo se recuerda para aprovechar la libertad de no trabajar y que se convierta en un día festivo para todo, menos para recordar, por ejemplo, el día de nuestra Constitución.

Creo propicia la ocasión para hacer un alto, y ver que hasta las plantas que colocamos en nuestros hogares – no sé a ustedes pero a mí me choca – nos imponen cuál está o no de moda. En particular me encantan las palmas, por su entereza y libertad. Siempre las he tenido y las tendré, y no permito imposición de si está de moda o no.

Se hace cada vez más difícil encontrar un buen restaurante de comida criolla. No obstante, encuentras en cada esquina un letrero de sushi o cualquier otra comida, basta con que sea “de fuera”. Seamos auténticos aunque cueste y parezcamos estar fuera de moda.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas