El Gobierno ha sometido en el Presupuesto del 2017 una corrección parcial de una distorsión existente en la aplicación del ITBIS, un impuesto al valor agregado que como tal, debe cobrarse aplicando la tasa correspondiente en cada etapa del proceso que se inicia con la importación de materias primas, bienes intermedios y bienes finales, continúa con la venta de las empresas manufactureras e importadores a los detallistas y concluye con la venta de los detallistas al público, deduciendo en cada etapa el Itbis pagado o adelantado en la etapa anterior.
En República Dominicana, sin embargo, se introdujo una distorsión en el sistema en el 2007 cuando se aprobó la Ley 392-07, que estableció la exención del pago del Itbis en las aduanas a todas las importaciones de materias primas, maquinarias industriales y bienes de capital -realizadas por las industrias-, detalladas en el Artículo 24 de la Ley 557-05 que fueron beneficiadas con arancel de 0% y otras que tuviesen la misma tasa. Cuando se aprobó la Ley 542-14 del 5 de diciembre del 2014, se estableció que en vez del diferimiento total del ITBIS en las aduanas, esas materias primas, maquinarias y bienes de capital, pagarían o adelantarían en las aduanas el 1%, monto que utilizarían las industrias como crédito en el momento en que hicieran el pago final del ITBIS a la DGII.
La decisión del Gobierno de cobrar ahora en las aduanas el 50% de la tasa del ITBIS (18% ó 16%) que aplique, aunque es un paso en la dirección correcta, todavía mantiene una distorsión que dificulta la administración tributaria, creando oportunidades para la evasión y elusión fiscal. Lo correcto es que los legisladores modifiquen el Artículo 16 del Proyecto de Presupuesto del 2017, para que en vez de adelantar el 50% del ITBIS sobre esas importaciones, se cobre el 100% de la tasa del ITBIS que aplique, monto que las empresas industriales utilizarían como crédito en su declaración de pago del ITBIS ante la DGII a través del formulario IT-1.
Todo país que aspire a una administración tributaria moderna, que facilite los mecanismos de control de la evasión y la elusión tributaria en cada proceso o actividad, debe percibir los impuestos en el momento y en el lugar que correspondan. Diferir el pago que corresponde hacer en las aduanas en el momento de pagar todos los impuestos de importación, para ser pagado más adelante en la DGII, donde no es posible verificar cuánto se importó, cuánto se manufacturó, cuánto se vendió internamente y cuánto realmente se exportó, forzando a la DGII a asumir como buena y válida la declaración jurada presentada por el contribuyente del ITBIS, constituye una oportunidad para evadir o eludir el pago.
Las asociaciones industriales del país publicaron la semana pasada un comunicado para manifestar su total sorpresa, desconcierto y preocupación por la decisión del Gobierno de reducir la distorsión en el cobro del ITBIS de un 94.5% (18%-1%/18%) a un 50% (18%-9%/18%), definiéndola como un atentado a la principal facilidad que se ofrece a las empresas acogidas a PROINDUSTRIA, pues pone en riesgo la seguridad jurídica, el clima de inversión, la producción, las exportaciones y la generación de empleos.
Esas asociaciones deberían ponderar la necesidad que tiene el país de fortalecer sus finanzas públicas y de esa manera reducir las necesidades de endeudamiento público.
Deberían reconocer que todos los agentes económicos, no sólo los consumidores, deben contribuir en este esfuerzo nacional. Deberían aplaudir que el Gobierno esté tomando medidas para reducir la evasión y la elusión fiscal. Y deberían, sobre todo, agradecer todo el conjunto de facilidades fiscales que el Gobierno les ha concedido en los últimos años.
La reducción de los aranceles de 8% y 3% a 0% a partir del 2007, para 2,911 partidas arancelarias solicitadas por las industrias del país, independientemente de su origen, ha significado un sacrificio fiscal para el Gobierno de RD$40,426 millones en el período 2007-2015. Las importadas desde EUA y de los países miembros del DR-CAFTA se justificaban; las demás no necesariamente.
Por concepto del ITBIS, arancel e impuesto selectivo al consumo dejados de cobrar por la DGII por el trato equivalente a las compras locales de bienes manufacturados realizadas por las empresas acogidas a regímenes de incentivos (zonas francas, exportaciones, desarrollo fronterizo, desarrollo turístico), el Gobierno cedió otros RD$15,962 millones en el período 2009-2016.
Por las exenciones de Itbis en compras locales gravadas, deducciones del impuesto sobre la renta por reinversión de utilidades, por la depreciación acelerada permitida, por la deducción permitida del impuesto sobre los activos, por el reembolso de varios impuestos selectivos al consumo, por compensaciones del impuesto sobre la renta, Itbis e impuesto al patrimonio y por la no retención de impuesto sobre la renta a los pagos al exterior, el monto sacrificado por el Estado asciende a RD$49,054 millones en el 2008-2015.
No contabilizamos como exención los RD$60,693 millones del ITBIS no pagado en las aduanas pues se entiende que eso no es más que un diferimiento de pago que al final del proceso se haría a la DGII. ¿Ocurrió así?
Según las informaciones oficiales, en el período 2008-2015, las empresas acogidas a PROINDUSTRIA y registradas bajo esa categoría en la DGII (293 en el 2015), cobraron RD$162,065 millones por Itbis sobre sus ventas. Sin embargo, a las aduanas esas empresas pagaron RD$31,961 millones y a la DGII otros RD$38,184 millones, para un total de RD$70,145 millones. Existe una diferencia de RD$91,920 millones entre lo cobrado de Itbis por estas empresas y lo pagado al Gobierno. ¿Corresponde eso a Itbis adelantado en compras a suplidores locales? Me dicen que eso nunca podría llegar a ese valor pues la DGII ha autorizado a los suplidores de empresas acogidas a PROINDUSTRIA a no facturarles con ITBIS usando un comprobante fiscal para regímenes especiales. ¿Alguien podría explicar entonces de donde surge esa diferencia? Me inclino a pensar que los datos de la DGII quizás no son muy precisos. No creo que esos RD$91,920 millones puedan reflejar Itbis evadido o eludido.
El adelanto del Itbis es odioso. Pero es y debe ser odioso para todos. Los consumidores también lo adelantan cuando consumen artículos gravados con su tarjeta de crédito que esperan pagar parcial o totalmente cuando cobren los días 30. Y terminan pagando intereses sobre el Itbis pagado en sus compras con tarjetas de crédito cuyo balance no pudieron honrar completamente con el bajo salario que ganan.
Si se crean distorsiones, todo puede ocurrir al erosionarse los controles de la administración tributaria. Quedamos mal frente al país y al Gobierno cuando planteamos la generalización del ITBIS a través de la eliminación de las exenciones y al mismo tiempo pedimos que a nosotros, los más pudientes del país, nos difieran el pago de este impuesto en aduanas. ¿Comprenden?
