La consultora médica de Escocia, Catherine Calderwood, ha dimitido de su cargo después de que trascendiera que había violado su propio llamamiento a seguir las reglas de confinamiento en casa durante la pandemia del coronavirus.

La funcionaria de salud pública fue fotografiada visitando este sábado su segunda residencia en la ciudad de Earlesferry. El diario The Scottish Sun publicó imágenes de Calderwood y sus familiares paseando con sus perros en esta localidad costera situada a decenas de kilómetros de su casa de Edimburgo.

Durante este mismo fin de semana, la televisión escocesa emitía anuncios oficiales en los Calderwood aparecía diciendo: «Para ayudar a salvar vidas, quédense en casa».

El jefe de la Policía escocesa, Iain Livingstone, confirmó que agentes locales hablaron con la médica luego del incidente y señaló que «las instrucciones legales sobre no salir de su casa sin una excusa razonable se aplican a todos«.

Tras la aparición de las imágenes, Calderwood emitió una declaración en la que se disculpaba «incondicionalmente». «Si bien hay razones por qué lo hice, no lo justifican y no fueron razones legítimas para estar fuera de mi hogar», admitió la funcionaria.

Sin embargo, varios políticos escoceses pidieron su renuncia, indicando que sus acciones fueron «desacertadas» y que su posición se había vuelto «insostenible» después de tan flagrante desprecio por su propio consejo.

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