Santiago. En medio de precariedades por la falta de una estructura adecuada y de otras limitaciones que en ocasiones le han llevado a vivir de la caridad para añadir algunas aulas, arribará a sus 51 años la Escuela Nacional de Sordos en Santiago.

El local, que alberga a 107 estudiantes con edades entre tres y 21 años, está ubicado en una vieja casona de la avenida Juan Pablo Duarte al lado de Bellas Artes. La escuela cuenta con 15 maestros pero requiere de mayor personal para atender a la demanda de alumnos.

Francisca Anyelina Pérez, directora de la Escuela Nacional de Sordos en Santiago, dijo que por la falta de un vigilante para la seguridad nocturna, a este local han penetrado en al menos nueve ocasiones para robar pertenencias, además de causar destrozos a la frágil estructura. La escuela solo tiene un baño con un solo inodoro, el cual es compartido por todos los estudiantes y, otro para los profesores, lo que refleja la estrechez en que se desenvuelven.

Expectativas

“Por aquí nos visitó la viceministra de Educación, Julissa Hernández y la directora regional, Marieta Díaz. Le informamos de las condiciones en que impartimos las clases y que necesitamos de la construcción de una nueva escuela. Solo nos ayudaron con algunas butacas, mesitas y un armario”, apuntó Pérez al hablar con reporteros de elCaribe. En total cuentan con nueve aulas acondicionadas en las habitaciones con que contaba la casona que era propiedad del dictador Rafael Leonidas Trujillo.

“Ahora mismo necesitamos maestros de inglés, francés, de arte que no tenemos. Es que nosotros los preparamos para la vida, para los que no puedan continuar, que aprendan un oficio. Por el espacio que tenemos solo podemos brindar: belleza, peluquería y cocina”, expresó Pérez. Los niños entran al área laboral a partir de los 14 años.

La mayoría de equipos con que cuentan han sido donados gracias a la labor que realiza el patronato, como fueron la ampliación para preprimario. Sin embargo, algunos equipos, como secadoras, que fueron obsequiadas por una entidad, no sirven y eso impide que puedan impartir las clases de belleza. También enfrentan los problemas de filtraciones de oficinas y aulas, por lo que requieren corregir el problema. Francisca Anyelina Pérez asegura que la prioridad más perentoria es la construcción de la escuela, debido a que esto solucionaría el problema de falta de espacios.

Espacio que ocupan no les permite avanzar

La escuela fue creada el día 13 de octubre de 1970, por iniciativa de un patronato que buscaba atender la demanda de personas sordas en Santiago y el Cibao, debido a que enfrentaban limitaciones de un lugar para garantizar el aprendizaje de educación mediante el sistema de señas. De los 15 profesores, 13 fueron nombrados por el Ministerio de Educación y dos por el Patronato de Sordos. Su reducido espacio tampoco les permite implementar otros programas o incorporar nuevos estudiantes, por lo que mantienen su reclamo para disponer de una escuela que tenga todas las facilidades y así ofrecer mejores oportunidades para las personas con esta discapacidad, pero que tienen toda la destreza para crecer.

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