Santiago. Los daños ecológicos con desmontes y extracción de materiales continúan diezmando a comunidades de zonas montañosas de las cordilleras Septentrional y Central.
El fin de semana, un equipo del Servicio Nacional de Protección Ambiental (Senpa) se incautó de equipos pesados y apresó a sus operadores, acusados de extraer material de una mina clausurada. En total, las autoridades medioambientales retuvieron tres equipos pesados, mientras extraían materiales de la corteza terrestre, como arena y cascajo, sin los permisos ambientales.
La mina de agregados está ubicada en la comunidad La Playita, en el sector Los Cocos, del distrito municipal San Francisco de Jacagua en la parte norte de la provincia de Santiago. La mina llevaba un tiempo cerrada por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, debido a que no cumplía con los requerimientos. En el lugar fueron retenidos en flagrante delito un camión marca Scania y dos retropala Caterpillar color amarillo, junto a sus tres operadores.
Lépido Polanco, director provincial del Ministerio de Medio Ambiente, dijo que en su gestión han clausurado otras minas en comunidades de los municipios de Villa González y Villa Bisonó (Navarrete). De acuerdo a Polanco, el cierre se produce muchas veces por no tener la autorización para explotar las minas o se incautan los vehículos por carecer de permisos para carga.
En varias ocasiones, el denominado Comité de Defensa de los Recursos Naturales y Medio Ambiente en Villa González, ha acudido a la protesta contra la extracción de material de mina. Los comunitarios denuncian daños en la zona de amortiguamiento del pico Diego de Ocampo y de la loma del Boquerón y dicen que las extracciones afectan la salud física y medioambiental de los ciudadanos de residenciales como el Yulissa, del Michel y del Mireya.
Recientemente, una comisión de la Cámara de Diputados hizo un descenso en la zona para constatar los daños provocados por algunas empresas y destinar acciones para corregir esta práctica en la zona.
