Lo que genera las diferencias y crisis entre los miembros de la Cámara de Cuentas (CC) sería porque las tres integrantes del Pleno quieren que haya una reforma en el bufete directivo de la entidad para ser promovidas de sus puestos.

Elsa Catano, vicepresidenta de la CC; Tomasina Tolentino, secretaria; y la miembro Elsa Peña estarían aprovechando la brecha que deja la Ley 10-04 de la Cámara de Cuentas, en su artículo 13, con la finalidad de que haya cambios en la directiva.

Así lo indicó el presidente de la entidad, Janel Ramírez, en su informe rendido el pasado viernes a la comisión especial de diputados que investiga el conflicto entre los titulares de ese órgano de control, a fin de determinar si han cometido o no faltas graves que conlleven a un juicio político.

Ese día, los comisionados entrevistaron a los cinco miembros de la entidad así como a la secretaria general auxiliar, mediante una jornada de entrevistas que se extendió por unas 10 horas en el salón Hugo Tolentino Dipp de la Cámara Baja.

En el documento de 12 páginas, Ramírez precisó que las tres mujeres “se han dispuesto a crear casi una facción a lo interno de la institución, continuando por igual, la práctica de orquestar desde hace dos años escándalos mediáticos sobre informaciones internas del control de los miembros y datos sesgados que alteran la verdad de lo acontecido, ‘quizás bajo la perspectiva de la oportunidad de modificación de configuración del bufete directivo, a los dos años, brecha que deja la ley’”.

La referida legislación precisa que “al designar los miembros de la Cámara de Cuentas, el Senado de la República conformará un bufete directivo, integrado por un presidente, un vicepresidente y un secretario, quienes durarán en sus funciones ´por el período de dos años´”.

Janel Ramírez ponderó también que es de interés recordar que, como presidente del órgano extrapoder viene “aguantando una narrativa” que persigue su “descrédito moral y profesional” desde hace dos años.

Agrega que mientras se concentraba en crear conciencia del personal y de los miembros del Pleno, así como en apostar a la conciliación interna y gestionar proyectos de interés, como el DIMEP, “lo que estábamos recibiendo era deformaciones de la verdad, fuga de información interna ventiladas y tergiversadas”.

Fue en ese sentido, según justificó, que tuvo que ofrecer las declaraciones en un medio de comunicación en la entrevista del pasado 02 de mayo.

Las siete preocupaciones de Ramírez

En el documento informativo, el titular de la Cámara de Cuentas resaltó siete aspectos que le preocupan y en ellos describe los sucesos que, a su juicio, desencadenaron la situación actual, entre ellos el número cinco: De los reglamentos, resoluciones y guías internas que contraponen la Ley 10-04.

En ese punto, Janel Ramírez denuncia que el órgano constitucional enfrenta una dispersión que se refleja en varios reglamentos y normativas internas que, “en vez de hacer practicables los mandatos de la Ley 10-04, desvirtúan y contraponen las potestades que fueron conferidas por el legislador”.

Los demás temas son: Las atribuciones plenarias y las conferidas al presidente; abrogación de funciones; la sesión del Pleno celebrada de manera irregular; las comisiones e irrespeto plenario; no publicidad del sentido de los votos y de las actas; y las auditorías e investigaciones especiales como trabajos fundamentales de la CC.

Solución sería directiva inamovible cuatro años

La denuncia de Janel Ramírez, sobre la posible razón que generó la crisis en la CC, ha sido también ponderada durante meses por legisladores y entidades de la sociedad civil, quienes entienden que el bufete directivo de la entidad debe ser inamovible los cuatro años de gestión. Se recuerda que el pasado 04 de mayo, Alfredo Pacheco, presidente de la Cámara de Diputados, tras reconocer la debilidad en la Ley 10-04, que posibilita que el pleno del órgano de control externo de los recursos públicos sea renovado cada dos años, expresó que en la nueva normativa que trabaja la comisión bicameral esto no será posible.

Mientras, el senador Milcíades Franjul, titular de la comitiva apoderada de modificar la referida legislación, indicó que desde su inicio “el gran problema” de los nuevos incumbentes del órgano extrapoder fue el interés por los dos años siguientes, tiempo en que se renueva la alta directiva. “Desde que llegaron, ya estaban pensando en los dos años siguientes”, sostuvo. La misma opinión tienen organizaciones civiles que han solicitado al Congreso que en el proyecto de reforma se permita que las posiciones que ocupen los cinco titulares de la CC sean por cuatro años, para así evitar los históricos conflictos.

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