El vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Servio Tulio Castaños, se refirió a la trágica muerte de Donelly Martínez en el Carnaval de Santiago, a manos de un cabo de la Policía. Afirmó que eso debe llevar a las autoridades a acelerar el proceso de depuración y evaluación de desempeño en la uniformada.

Castaños dijo a elCaribe que no es posible que una sociedad acepte a agentes policiales que disparen al aire. Tampoco a los que no entiendan cuándo deben proceder a usar el uso de la fuerza y cómo tiene que emplearse.

«Estas son las cosas que separan a esa institución de la sociedad. Cuando se producen hechos de este tipo, por demás que son innecesarios, la Policía lo que hace es separarse de la ciudadanía. Y eso crea un problema. Porque a una Policía separada de la ciudadanía se le va hacer muy difícil darle respuesta al fenómeno de la delincuencia», expresó el jurista.

Castaños expresó que no basta con establecer responsabilidades, hay que acelerar el proceso de depuración.

«Ya se perdió una vida, la vida de un niño que estaba junto a centenares de personas. O sea, ahí pudieron haber muerto otras personas. Entonces, está muy bien que se establezcan responsabilidades, perfecto. Pero, creo que debemos evaluar y depurar a los miembros de esa institución. Y a quienes no reúnan el perfil separarlos de la Policía Nacional», sostuvo.

Tragedia

Donelly Martínez resultó muerto el pasado domingo cuando se produjo un incidente entre su padre y varios agentes de la Policía Nacional. En medio de las celebraciones del Carnaval de la provincia Santiago.

Anthony Martínez se encontraba compartiendo junto a su hijo y varios amigos enfrente de una peluquería de su propiedad. Y fue justo en ese momento cuando los agentes se acercaron para incautar la bocina que estos utilizaban. Esa discusión originó un intercambio de palabras entre los uniformados y los ciudadanos.

En ese momento, uno de los agentes, el cabo Alejandro Castro Cruz, supuestamente echó gas pimienta en el rostro de Anthony. Esto produjo que los ánimos escalaran a forcejeos y empujones. Fue entonces, según registran los videos que captaron los hechos cuando el agente sacó su pistola.

Esta acción originó que el padre del menor se lanzara contra este para evitar que detonara su arma de fuego. Sin embargo, el cabo disparó durante el forcejeo y alcanzó al niño mientras estaba sentado en una silla plástica. Finalmente, este fue socorrido por la multitud pero falleció al llegar al hospital.

El proceso de depuración y reforma

En enero de 2022, la población manifestaba múltiples quejas debido a la inseguridad ciudadana. Entonces el presidente Luis Abinader promulgó el Reglamento General de Aplicación de la Ley 90-16 Orgánica de la Policía Nacional.

Este estatuto todavía tiene el propósito de regular los procedimientos derivados de la referida Ley. Esto es adecuar la organización y el funcionamiento de la Policía Nacional y el fortalecimiento de la carrera policial. También el ejercicio de la profesión policial.

Aquel 14 de enero, Abinader designó al experto internacional en materia de seguridad José “Pepe” Vila del Castillo. Este ocupó el cargo de Comisionado Ejecutivo para la Transformación y Profesionalización de la Policía Nacional. Servio Tulio Castaños fue incorporado como miembro de esa comisión.

En ese mismo mes, el mandatario había emitido el Decreto No. 2-22 que creaba la Comisión Ejecutiva. Esta sería el organismo designado para la implementación de las estrategias y políticas diseñadas por el Grupo de Trabajo que dirige Castaños Guzmán.

La Comisión Ejecutiva está integrada por el jefe del Estado, quien la preside; el ministro de Interior y Policía, Jesús “Chú” Vásquez Martínez, quien funge como vicepresidente. También el ministro de la Presidencia, cuyo cargo actualmente ostenta Joel Santos. Además del Comisionado Ejecutivo, Pepe Vila; y dos miembros designados para tales fines por el presidente Abinader (de los que Servio Tulio Castaños Guzmán es uno).

Choques en la reforma

En diciembre de 2022, Vila del Castillo hizo unas declaraciones que estremecieron a la Policía Nacional.

Y es que durante una disertación sobre  Seguridad Ciudadana en la biblioteca Pedro Mir  de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Del Castillo aseguró que en la institución del orden existía una corrupción histórica y  sistemática, llevada de un director a otro, impulsada desde la cabeza, que obligaba al último raso a pertenecer a ella.

En ese momento denunció que durante la gestión del mayor general Eduardo Alberto Then desmontaron una estructura que cobraba por nombrar en los puestos policiales, decidir los traslados, los ascensos, cobrar las pensiones, renovar los uniformes y las armas nuevas, así como otras irregularidades.

Esto trajo como reacción que diez exdirectores de la Policía Nacional tildaran esas declaraciones como un acto de irresponsabilidad.

 “Ha realizado unas declaraciones que, además de ser irresponsables, atentan contra la dignidad y el honor bien ganado de miles de hombres y mujeres que durante muchos años, han dedicado tiempo y sacrificio para contribuir con dedicación y vocación de servicio a lograr y mantener la paz y el clima de seguridad pública que ha requerido nuestra democracia y los niveles de desarrollo que hoy exhibe nuestro país”, señalaron en ese momento.

Lo cierto es que, ante el nuevo hecho de sangre que enluta a la sociedad dominicana, la imagen de la Policía Nacional se ve nuevamente expuesta a los cañones de repudio de una población herida por la trágica muerte de un niño de 11 años.  

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