El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, celebró ayer una misa de acción de gracias por alejamiento del huracán Irma del territorio dominicano y llamó a la oración por todos los que resultaron afectados por dicho fenómeno.

“Nosotros estábamos fuertemente amenazados por el huracán Irma y hemos visto como el Señor nos ha liberado, como la Madre nos ha protegido y realmente, no ha habido nada que lamentar. Por eso es que queremos dar gracias a Dios”, expresó Ozoria durante la eucaristía realizada en la Catedral Primada de América.

El religioso expresó que su mayor temor estaba puesto en todos los barrios de Santo Domingo, por considerar que si el evento llegaba a entrar a suelo dominicano “la cosa iba a ser grave” por el nivel de vulnerabilidad en que se encuentran muchas zonas capitalinas.

“Yo, que voy viajando por todos los barrios de Santo Domingo, mi preocupación era grandísima. Yo pensaba que si entraba un huracán como se suponía que entraría Irma, nuestros barrios, nuestra ciudad de Santo Domingo, la cosa iba a ser grave, esa era mi gran preocupación”, dijo.

En ese sentido, señaló que la situación que vive la República Dominicana en la mayoría de sus barrios es preocupante porque en ellos habitan personas muy desprotegidas que no están cobijados como deberían estar, expuestos a que “cualquier viento fuerte acabe con ellos”.“La situación es grave, sobre todo, en el caso de las viviendas y por eso es que estamos dando gracias a Dios”, enfatizó en el marco de la fiesta litúrgica de la natividad de la Virgen María.

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