El Ministerio de Educación informó ayer que continúa en el proceso de evaluación de las casas editoras para la adquisición de los libros de texto adaptados al nuevo currículo por competencias para los niveles Inicial y Primario.

No obstante, el director de Comunicaciones, Diego Pesqueira, explicó a elCaribe que en el año lectivo actual, 2019-2020, la institución distribuyó libros de texto por un monto de RD$596 millones para el nivel secundario y el Programa Prepara, que aún se rigen por el viejo currículo.

No se sabe a ciencia cierta las causas que provocaron la suspensión del proceso de licitación para suplir de textos a los estudiantes de los niveles Inicial y Primario el pasado 4 de mayo de 2018, pese a que se evaluaron 377 libros, según documenta el Informe Semestral de Seguimiento y Monitoreo del primer semestre 2019, elaborado por la Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad (IDEC), el cual revela que este sería el quinto año consecutivo que las escuelas carecen de estos importantes recursos pedagógicos.

Una gran tragedia

Para la ex ministra de Educación, Yvelisse Prats de Pérez, esto representa una gran tragedia en momentos en que la lectoescritura sigue siendo una de las grandes debilidades del sistema educativo dominicano, tal y como quedó evidenciado en el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de 2015.

“¡No puede ser! Un Ministerio de Educación no puede estar de espaldas a una tragedia en el tema de le lectura que se confirma con que en tercero de primaria los niños de las escuelas públicas no sabían leer ‘mamá me ama’, no traducían los signos gráficos en signos fónicos. Ese mismo grupo de estudiantes de tercero de básica llega a sexto grado, tres años después, y entonces si puede leer ‘mamá me ama’ pero entonces no entienden lo que leen, 90 de cada 100”.

Estudios evidencian la importancia de los libros para el aprendizaje

Según el informe sobre factores asociados de la prueba TERCE de 2015, “tanto la posesión individual de cuadernos como de libros de texto escolar tienen una influencia positiva y significativa sobre el aprendizaje de los estudiantes. Si bien los materiales en sí mismos no garantizan el aprendizaje, el hecho de que cada estudiante cuente con un cuaderno y un libro facilitan el aprendizaje y potencia el rendimiento académico. Los sistemas nacionales de educación necesitan desarrollar estrategias de producción y distribución de libros y cuadernos”, resalta.

Los datos preliminares del seguimiento del proyecto “Leer” que ejecuta desde el año 2016 la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) en 390 centros educativos públicos del país para fortalecer las capacidades de lectoescritura de estudiantes del nivel primario, resalta lo siguiente: “Es necesario prestar atención a los recursos de práctica, especialmente en ambientes escolares con grandes deficiencias en las habilidades lectoras. La colección de libros decodificables de dificultad progresiva mostro ser un recurso indispensable directamente del aprendizaje de la lectura en los estudiantes del proyecto, evidenciado por el aumento en las puntaciones de palabra por minuto y comprensión lectora en la evaluación de segundo grado”.

Para la destacada educadora, uno de los mayores desaciertos de la política educativa en los últimos años radica en una máxima acuñada por el ex ministro Andrés Navarro, quien afirmaba que con el programa República Digital se dejaba atrás la escuela de lápiz y papel.

“Eso ha hecho mucho daño, porque las computadoras y los celulares y toda las Tecnologías de Información de la Comunicación (TICS) vienen para complementar pero no para rechazar lo que ha sido toda la vida la forma de lectura. Eso me tiene muy preocupada”, dijo la educadora, tras recordar que pese a la priorización de la entrega de dispositivos tecnológicos existe un gran rezago en su entrega.

Cruzada lectura se quedó en el aire

Prats de Pérez aprovechó para denunciar que frente al grave problema de lectoescritura que enfrentan los estudiantes dominicanos la pasada gestión dio inicio a la llamada “Cruzada de lectura” la cual quedó descontinuada con el cambio de titular de la cartera, dejando endeudados a varios autores dominicanos que se embarcaron en la iniciativa. “Hay más de 100 mil libros acumulados, no se pagó a los autores, los autores le deben a los impresores”.

Crea un movimiento para rescatar la lectura

Yvelisse Prats de Pérez deploró que además de los libros de texto, los profesores no dispongan de los libros de registro a casi cuatro meses de iniciado un año escolar que está llamado a concluir más rápido por el proceso electoral en marcha. “Eso de que no lleguen los libros es parte del gran tema que tienen los dominicanos, ya que si seguimos así vamos a tener una República de analfabetos, no importa todos los esfuerzos que se hayan hecho para controlar el analfabetismo en la edad adulta”. Movida por esa preocupación, la ex funcionaria y dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), ha iniciado un movimiento ciudadano por el rescate y el “goce” de la lectura que inició con un mensaje escrito en la red social Twitter y que busca motivar a la ciudadanía, incluyendo las juntas de vecinos, a crear clubes de lectura con el apoyo del sector empresarial. “Un día yo puse un tuit diciendo: vamos a hacer un movimiento de rescate de la lectura y al otro día yo tenía 2 mil respuestas que mi asistente del Instituto Peña Gómez me dijo: -oh, pero usted tendrá que hacer la reunión en el Centro Olímpico”, narró a elCaribe.

Dijo que en otros países, las empresas patrocinan el pago de impresión de obras en pequeño formato y letras grandes que son dejadas en espacios públicos, como el Metro, parques o en las salas de espera en los consultorios médicos y otros puntos para motivar la curiosidad de la población. “Ahí se darían cuenta que los libros no matan, los libros besan”.

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